El GP de Mónaco es una de las carreras de Fórmula Uno más esperadas cada año. Un circuito urbano complicadísimo en el que los pilotos sufren muchos choques y es muy difícil realizar adelantamientos. Un parada automovilística en la que, cada año, el Príncipe Alberto de Mónaco ejerce de perfecto anfitrión.
Junto a él ha estado su mujer Charlene de Mónaco, que ha derrochado estilo acompañando a su marido mientras recorría el circuito y, posteriormente, en una cena de gala en la que han celebrado la victoria de Nico Rosberg, que ha contado con la compañía de su novia.
La Princesa estaba radiante con un vestido blanco palabra de honor y los labios con un pintalabios morado a su llegada al evento junto a Alberto de Mónaco, muy elegante también con un traje negro con pajarita del mismo color y camisa blanca.
Charlene de Mónaco, de Cannes al GP de Mónaco
Una aparición en pareja que se produce después de que Charlene de Mónaco haya estado en Cannes disfrutando de alguna de las fiestas organizadas alrededor del Festival de Cine como la que ofreció Roberto Cavalli en su yate. Una reunión en la que la Princesa coincidió con Irina Shayk, Alessandra Ambrosio o Eugenia Silva.