Cuando Kensington Palace informó de la visita de Sir David Attenborough a los Duques de Cambridge y sus hijos es posible que no esperaban que se produjera tanto revuelo. El naturalista se desplazó a Kensington Palace no solo para conocer al Príncipes Jorge, Carlota y Luis, sino para asistir a una proyección privada de 'David Attenborough: A Life on our Planet', documental que de no haber sido por la pandemia se hubiera estrenado en abril de 2020 en el Royal Albert Hall. Como no pudo ser así, el divulgador quiso que el Príncipe Guillermo pudiera verlo y por ello ambos se sentaron para una proyección en Kensington Gardens.
Hasta ahí todo bien. Además, Sir David Attenborough, todo un ídolo para la Familia Real Británica, quiso tener un detalle y llevó un presente para el Príncipe Jorge. Se trataba de un diente de un tiburón gigante, una especie extinguida que habitó los mares hace 23 millones de años y que el divulgador naturalista encontró en Malta en la década de los 60 del siglo XX durante unas vacaciones familiares. El fósil encantó al primogénito de los Duques de Cambridge, que se mostró muy interesado por saber más y estaba muy agradecido con Sir David.
No habrá solicitud de devolución
Quizás Sir David no pensó que llevarse un fósil de otro país, guardarlo medio siglo y luego entregárselo a quien algún día será Rey de Reino Unido no había sido una buena idea. Al hacerse público el regalo y de dónde procedía, el Ministro de Cultura de Malta pidió la devolución del diente. José Herrera exigía que el fósil volviera a su país de origen para poder ser exhibido en alguno de los museos de historia natural de Malta.
Sin embargo, ha terminado cambiando de idea y ha negado que Malta vaya a exigir a la Casa Real Británica la devolución del diente de tiburón. Aunque pueda ser totalmente legítimo que Malta solicite la restitución en base a la Ley de Patrimonio Cultural de 2002, el hecho de que el fósil se sacara del país en los años 60 del siglo XX complica su restitución. Sin ganas de conflictos, finalmente Cultura ha dado un paso atrás y de acuerdo con Times of Malta, no van a pedir que el fósil vuelva al país del que nunca debió haber salido.
De este modo, el Príncipe Jorge podrá quedarse con el fósil que le regaló Sir David Attenborough, lo que con un poco de suerte puede hacer que muestre inclinación por la conservación del patrimonio, así como por el mantenimiento en el presente y la protección para el futuro. Que mantenga en su poder algo que nunca debió abandonar Malta, es otra historia.