La vida pasa tan deprisa que uno no se da cuenta que se van cumpliendo años. Si hace nada se anunciaba la feliz noticia del primer hijo de los Duques de Cambridge, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton, de repente el pequeño ya tiene seis años. El Príncipe Jorge de Cambridge se hace mayor, y ya queda muy poco para su cumpleaños. Su gran día es el 22 de julio y el sitio donde tendrá lugar la celebración ya se sabe que será muy lejos del Palacio de Kensington ya que los Duques de Cambridge planean un viaje como cada año todos juntos.
El lugar tan especial donde se celebrará el cumpleaños del Príncipe Jorge, según la revista Lecturas, será en la impresionante isla paradisiaca Mustique. La revista ¡Hola! también asegura que la fiesta será privada y que pocos detalles se darán de ella por la gran intimidad que requiere la familia. Pero lo único que puede saberse es que el Príncipe disfrutará de su cumpleaños jugando con sus hermanos en la arena, dándose un baño en las aguas cristalinas de la isla, comiendo lo que más le gusta y soplando la vela junto a sus familiares, a parte de los regalos con los que le obsequiarán sus seres queridos.
Poco se va a poder ver de la gran fiesta en esta espectacular isla donde la privacidad está garantizada porque está prohibido que lo drones o helicópteros sobrevuelen el territorio, dejando totalmente libre de cámaras y fotógrafos. El cumpleaños del Príncipe Jorge siempre coincide con la vacaciones de sus padres, y estos lo único que quieren es descanso e intimidad, y todo eso lo tiene esta preciosa isla donde pasarán un verano inolvidable todos juntos, ya que en el viaje anterior de Kate Middleton con sus hijos en Norfolk faltó el Príncipe Guillermo.
Un lugar muy especial
La isla donde van a celebrar el cumpleaños del Príncipe Jorge es muy especial para los Windsor ya que la Princesa Margarita, hermana de la Reina Isabel II, se refugió allí cuando pasó por los momentos más difíciles de su matrimonio con Antony Armstrong-Jones. La Princesa Margarita se encontró un lugar lleno de paz con tanta privacidad y descanso, que el dueño de la isla, Coli Tennat, le regaló cuatro hectáreas, donde ella construyó una casa llamada Les Jolies Eaux, y allí acudía cada verano.