Él todavía no es consciente, pero el Príncipe Jorge de Cambridge, hijo mayor de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, celebra su séptimo cumpleaños en un momento muy delicado para la Familia Real Británica. Con la marcha de los Sussex, que se han instalado en Los Ángeles, y el escándalo del Príncipe Andrés, la Familia está en un momento trascendental en el que solo pueden mirar al frente y tratar de dar pasos seguros y firmes.
Y por si todo eso no fuera suficiente, la crisis del coronavirus, con la Reina confinada en el Castillo de Windsor y el Príncipe Carlos 'fuera de combate' durante su convalencia tras dar positivo en Covid19, dejó un pequeño vacío institucional que rápidamente fue llenado por los Duques de Cambridge, poniéndose al frente de la actividad de la Corona durante la pandemia.
El Príncipe Guillermo con sus tres hijos en el campoEn este contexto ciertamente convulso cumple siete años el hijo mayor de los Duques de Cambridge, que lo celebrará junto a sus padres y sus hermanos desde Anmer Hall, la casa de campo a la que la familia se desplazó cuando se suspendieron las clases de sus hijos por la crisis del coronavirus. Desde allí han estado los Duques teletrabajando y desde allí se han desplazado a diversas apariciones públicas que han realizado en estos meses.
Jorge de Cambridge ya es todo un hombrecito
Además también han compartido diferentes momentos en familia, contando cómo estaban llevando el confinamiento, qué es lo que tienen ganas de recuperar con la llamada 'nueva normalidad' y cómo están viviendo sus hijos la situación de crisis mundial. Entre todo ello también ha tenido tiempo Kate Middleton para disfrutar de su gran pasión por la fotografía.
El Príncipe Jorge muy sonriente en su sexto cumpleañosDe hecho, como ya viene siendo habitual, ella ha sido la encargada de captar la imagen que ha sido distribuida para celebrar el séptimo cumpleaños del Príncipe Jorge. Una instantánea en el que el mayor de los Cambrigde aparece sonriente, luciendo un polo verde militar y dejando claro que ya poco queda de ese niño inquieto que hacía las delicias de todos cada vez que aparecía en público.
