Cuando una persona sufre cáncer, lo habitual es que su familia se preocupe y apoye al enfermo. Es lo que ha ocurrido con el Rey Carlos III, que tras comunicar que se le había detectado un cáncer, ha recibido el apoyo de su familia, de la que tiene cerca, y de la que tiene lejos.
Pese a que la relación entre el Monarca y el Príncipe Harry no es fluida y las cosas no se han arreglado del todo entre ellos, al saber que su padre tenía cáncer no dudó en desplazarse desde Montecito, donde vive con Meghan Markle y sus hijos, al aeropuerto de Los Angeles, donde tomó un vuelo que le llevó al aeropuerto de Heathrow.
El Duque de Sussex aterrizó en suelo británico el 6 de febrero de 2024, y ese mismo día se desplazó a Clarence House para visitar a su padre y comprobar personalmente cómo se encuentra en sus primeros días de tratamiento contra el cáncer.
Como señala Daily Mail, el Príncipe Harry llegó a Clarence House, residencia del Rey en Londres, a las 14:45 horas del martes 6 de febrero de 2024, donde llegó acompañado de un equipo de seguridad. Una vez allí saludó a su padre y estuvo con él 45 minutos en los que ambos pudieron hablar y tener un pequeño acercamiento.
Noche en un hotel y sin encuentro con los Gales
Posteriormente, el Duque de Sussex se marchó y se resolvió una de las incógnitas de su viaje: su alojamiento. No será por residencias y habitaciones, pero finalmente el Príncipe Harry pasó la noche en un hotel en lugar de quedarse en Clarence House, en Buckingham Palace, en Windsor Castle, en Frogmore Cottage o en casa de familiares o amigos. En Clarence House hubiera tenido la casa para él, porque tras el encuentro entre padre e hijo, los Reyes Carlos y Camilla se marcharon a Sandringham. Ambos cogieron un helicóptero para realizar el trayecto entre Londres y la residencia real en Norfolk.
La otra incógnita es si iba a aprovechar su viaje para visitar a los Gales, a los que no ve desde la coronación de Carlos III el 6 de mayo de 2023, donde además no consta que interactuaran en ningún momento. Su visita podría estar más que motivada por un intento de acercamiento entre los hermanos, por un deseo de comprobar cómo está Kate Middleton, que se sometió a una operación abdominal en enero de 2024 y está de baja hasta después de Semana Santa.
Sin embargo, no parece que los Príncipes de Gales tengan demasiadas ganas de ver al Príncipe Harry. Si bien la relación con su padre no está arreglada, sí hay más contacto, mientras que con su hermano, las cosas están peor.
El Príncipe Guillermo está muy dolido con el Príncipe Harry y no se fía de él porque piensa que todo lo que diga puede acabar siendo filtrado por su hermano, así que un reencuentro y menos una reconciliación, no están sobre la mesa. Eso sí, el acercamiento no es imposible, y quizás, la enfermedad de su padre les termine uniendo, pero no será en este viaje.