El Duque de Sussex ha reconocido en el documental 'The Me You Can't See' los problemas que tuvo con el alcohol y las drogas.
Lady Di murió el 31 de agosto de 1997 en un accidente de tráfico en París. Tenía 36 años. Dejó dos hijos, el Príncipe Guillermo, que tenía entonces 15 años, y el Príncipe Harry, al que le quedaban dos semanas para cumplir 13. Ambos se encontraban en Balmoral pasando las vacaciones con la Reina Isabel, el Duque de Edimburgo y el Príncipe Carlos y quedaron absolutamente destrozados y traumatizados por la pérdida de su madre.
Nunca han llegado a recuperarse totalmente de un trauma del que han hablado públicamente. El Príncipe Guillermo ha intentado no volver a hacerlo tras la emisión de 'Diana, nuestra madre: su vida y su legado' en 2017, pero sí ha seguido teniendo presente a la Princesa Diana desde entonces, tanto a nivel público como privado. Precisamente han coincidido en el tiempo las revelaciones del Príncipe Harry en el documental 'The Me You Can't See' con el comunicado del Duque de Cambridge tras haberse dictaminado que Lady Di fue engañada para conceder la entrevista que dio a Martin Bashir para 'Panorama' en 1995.En esas revelaciones del Duque de Sussex no solo ha reprochado al Príncipe Carlos su forma de educarle, sino que ha tenido muy presente a su madre, de la que ha dicho que piensa que se sentiría orgullosa de él y que siente que no haya podido conocer ni a Meghan Markle ni a Archie. También se ha abierto cuando ha hablado con Oprah Winfrey, que también ha producido el documental de Apple TV+ sobre su consumo excesivo de alcohol y su coqueteo con las drogas en el pasado.
"Estaba dispuesto a beber, estaba dispuesto a tomar drogas, estaba dispuesto a intentar y hacer las cosas que me hicieron sentir menos como me sentía", expresó el Duque de Sussex, que añadió que no bebía en exceso porque disfrutara, sino "porque estaba tratando de enmascarar algo", confesó en referencia al sufrimiento que experimentaba y que deriva de la muerte de su madre. Expresó además que en uno o dos días podía beberse el equivalente a toda la semana.Meghan Markle le convenció de que necesitaba ayuda
También ha declarado que el no haber superado el fallecimiento de Lady Di le provocó ataques de pánico y una fuerte ansiedad que desarrolló principalmente entre los 28 y los 32 años: "De los 28 a los 32 años, mi vida ha sido una verdadera pesadilla". Cumplió 32 años en 2016, año en el que conoció y empezó su relación con Meghan Markle. No es que solo el hecho de estar con ella le hiciera mejorar, sino que fue la Duquesa de Sussex la que le dijo que necesitaba terapia. Le costó aceptarlo, pero le hizo caso y agradece haber seguido su consejo porque su salud mental ha mejorado profundamente.