La pareja teme por la integridad de su hijo después de divisar drones encima de su nueva casa de Los Ángeles.
La vida del Príncipe Harry y Meghan Markle ha cambiado por completo, y es que no solo se han alejado de la Casa Real británica, sino que además están buscando la manera de ocultarse por completo del foco público, protegiendo sobre todo la intimidad de su hijo Archie. La pareja ya ha bunkerizado su casa de Los Ángeles, y ahora han contratado los servicios de una empresa privada para conseguir la seguridad que necesitan.
La pareja además, ha colocado unas vallas alrededor de su jardín, puesto que son muchas las personas que pasean a los alrededores y quieren ocultar todo lo que forme parte de su nueva vivienda. La nueva casa en la que viven está encima de una colina y en muy fácil ver sus jardines, por eso han decidido tomar esta medida, sin embargo, han podido ver cómo varios drones sobrevolaban el terreno, momento en el que decidieron dar un paso más. En The Daily Beast se puede leer en declaraciones de una fuente cercana: "No saben a ciencia cierta quién está detrás de esos drones. Sin embargo, creen que serán fotógrafos. Aunque no lo han podido confirmar. Hay que ponerse en los pies de esos padres".
Los Duques de Sussex contactaron entonces con la Policía, dado que no sabían si se trataba de alguien que quería fotografiarles a ellos y a su hijo o bien un ataque terrorista. Pero además ha sido por este motivo por el que han decidido recurrir a una empresa privada para que les proteja. Tal y como informa el medio The Mirror, tener los servicios de esta empresa podría suponerles un gasto diario de más de 6.000 euros, una cifra muy elevada que estarían dispuestos a gastarse. Protegidos como muchos famosos de la zona
Según uno de estos miembros del equipo, Gavin de Becker, su empresa se encarga de proteger a más de 90 de las familias más famosas de todo el mundo. Entre ellas las de Jeff Bezos, Tom Hanks, Jennifer Lawrence, Madonna, Cher y Barbra Streisand. El trabajo del equipo que han contratado consiste en realizar guardias en la exclusiva casa del matrimonio y disuadir posibles intrusos armados porque también hay tiradores. "Es la empresa de seguridad más grande de Los Ángeles y también la más respetada. Y Harry y Meghan tienen plena confianza en la firma de De Becker. No son baratos, pero si quieres lo mejor tienes que pagar por ello", se puede leer en The Mirror.