Para librarse de los curiosos que pasean cerca de su casa han decidido tomar medidas y ocultar parte de su vivienda.
El Príncipe Harry y Meghan Markle han tomado una decisión porque creen que su casa en Los Angeles no está lo suficientemente protegida de los curiosos, por eso han instalado unas vallas para que a través de los senderos que hay alrededor de su mansión no se pueda ver absolutamente nada.
Según ha publicado el medio Daily Mail, varios operarios fueron vistos trabajando en los jardines de su casa, que está valorada en 18 millones de euros y propiedad del productor de películas Tyler Perry, y que la pareja ha alquilado para poder vivir allí junto a su hijo Archie. Ahora que en el estado de California permiten que los habitantes salgan a hacer rutas de senderismo, el matrimonio se ha dado cuenta de que está desprotegido y por eso han preferido taparlo todo.El área que rodea a Beverly Ridge Estates, lugar que han elegido para vivir, cuenta con una colina empinada que conduce al borde de la propiedad y ofrece a los caminantes un punto de vista ventajoso, así que esta es la mejor decisión que han podido tomar. Más allá de estas vallas protectoras, la mansión está protegida con un sistema de videovigilancia, así que en ese sentido no tendrían ningún tipo de problema.
Tras su llegada a este lujoso lugar, el Príncipe Harry y Meghan Markle se han convertido en vecinos de rostros tan conocidos como Sylvester Stallone, el cantante Rod Stewart que tiene una casa con un campo de fútbol, o Mark Wahlberg, el multimillonario fundador de Facebook. No se quedarán para siempre
La pareja voló a Estados Unidos desde Canadá en el avión privado de Perry antes de que se cerraran las fronteras, y parece que poco a poco se van haciendo a su nueva vida, sin embargo, esta parece que no será su casa definitiva y que buscarán otro lugar cuando sus carreras profesionales estén orientadas y las circunstancias sean más estables.