Si por algo el Príncipe Harry y Meghan Markle se encuentran siempre en el objetivo del mundo es por su ritmo e incluso forma de vida muy distinta al resto de la Familia Real Británica. Para muestra las últimas polémicas en las que se están viendo envueltos los Duques de Sussex. Por un lado, un viaje en jet privado para sus vacaciones; una lujosa villa en Ibiza; paseos con Elthon John... una actitud que parece no estar gustando mucho ni dentro, ni fuera de la Casa Real. De hecho, mucha gente apunta a que la vida que llevan estos royals británicos se trata más de una vida de celebridad (propia de la antigua vida de Meghan Markle) que de dos miembros de la realeza.
Y la última información que ha saltado a los medios no va a hacer mejorar esta situación. Según apunta Daily Mail, el Príncipe Harry y Meghan Markle estarían buscando una casa a la que mudarse en Los Ángeles, concretamente en Malibú, a unos 48 kilómetros de la gran ciudad y una de las zonas más concurridas por famosos de la talla de Leonardo DiCaprio, Jennifer Aniston y Kim Kardashian. Así es, parece que el los Duques de Sussex están buscando un hogar en un de los barrios más importantes de Norteamérica.
Esta idea, tal y como apunta el mencionado media, vendría motivada porque Meghan Markle echa mucho de menos su antigua vida. Así lo afirma Edmund Fry, el dueño de la cafetería Rose Tree Cottage, muy famosa en Los Angeles, y que conocía a Meghan Markle antes de pasar a formar parte de la realeza: " Conociendo a Meghan y hablando con ella, echa mucho de menos su hogar. Es una niña de Los Angeles, nacida y criada con mucha conexión a Hollywood y con amigos aquí", asegura.
La nostalgia de Meghan Markle sería el principal motivo
Este también asegura que no es que quieran huir de la vida que tienen, sino estar en otros ambientes: "Aquí es posible vivir sin estrés y fuera del foco público. Los Ángeles y California son muy grandes, es fácil escaparse a sitios con la familia y simplemente entremezclarse con el resto". Los lugares que por ahora se baraja la pareja real son Pacific Coast Highway y Pasadena, donde una casa puede llegar a costar hasta 7 millones de dólares.