Según apunta Daily Mail, la lista de cosas que no pueden hacer los habitantes del Estado de Windsor dice que los vecinos no pueden hablar con Meghan Markle o el Príncipe Harry, y que tampoco pidan ver a Archie, el bebé de la pareja. A lo que añaden que se abstuvieran de cuidar al recién nacido o a los niños que vengan. Incluso, han prohibido tocar a los perros que habitan en la residencia. Tampoco pueden hacer llegar cosas por correo a la residencia de Frogmore Cottage. Estas son unas pocas normas de la lista que se plantearon en una reunión de vecinos hace pocos días.
Los vecinos, que son más de 400 personas que habitan cerca de la residencia, al ver esta lista, algunos calificaban de exageradas estas normas, otros sin embargo, sabían que esas normas no las habían mandado los Duques de Sussex. "Sería divertido si no fuera tan desmesurado. Es extraordinario. Nunca hemos oído nada igual. Todos los que viven en la finca trabajan para la Familia Real y saben comportarse respetuosamente. Con la Reina no se nos dice cómo comportarnos. Ella está muy contenta de que la gente pueda saludarla", comentaba un vecino muy asombrado por esta lista de exigencias.
El Palacio de Buckingham vuelve a responder
Ante las polémicas, siempre está el Palacio de Buckingham para resolver confusiones, si hace unos días aclaraba que la publicación de una clínica de bótox que usaba la imagen de Kate Middleton como ejemplo era falsa, ahora sale en defensa de los Duques de Sussex. Un portavoz del Palacio lanza un comunicado aclarando: "El Duque y la Duquesa no tenían conocimiento de esta información y no estaban involucrados en el concepto o el contenido". A lo que añade para no dejar dudas: "Únicamente se trató de una sesión informativa en la que, entre otras cosas, se ayudó a una pequeña comunidad local a dar la bienvenida a dos nuevos residentes y ayudarles con los posibles encuentros que se produzcan. No se ha remitido carta alguna, sino que fue una charla bien recibida por los vecinos".