Montecito, en California, era donde hasta ahora vivían el Príncipe Harry con su mujer, Meghan Markle y sus dos hijos. Tras abandonar la Casa Real Británica, el hijo de Carlos III y la exactriz se trasladaron a Estados Unidos y allí viven desde entonces. La mansión, que cuenta con nueve habitaciones, 16 cuartos de baño, piscina, spa, sauna, bodega e inmensos jardines ya no es el sueño que era para los Duques de Sussex.
Según el diario local, The Santa Barbara News-Press, la pareja quiere encontrar un nuevo hogar en otra zona del estado. Ahora habrían optado por la zona de Hope Ranch, a tan solo 17 kilómetros de Montecito, donde se encuentra su casa. En dicha zona, las residencias de lujo rondan entorno a los 22 millones de dólares.
Montecito es el hogar de numerosas celebrities como Katy Perry, Adam Levine, Ellen DeGeneres o Jennifer Aniston. En Hope Ranch, los Duques de Sussex estarían buscando una zona muy tranquila donde el matrimonio pueda trasladarse a vivir junto con sus dos hijos, Archie y Lilibet. Lo cierto es que la búsqueda de un lugar tranquilo no se debe a problemas con los vecinos, sino a varios sustos que la pareja ha tenido en su casa.
La verdadera causa de la mudanza
Todo comenzaba cuando la policía instaló cámaras de escaneo de matrículas de vehículos en las proximidades de la mansión del Príncipe Harry y Meghan Markle por un repunte de la delincuencia en el barrio, según cuenta The Sun. De hecho, el hijo de Carlos III y su mujer habrían tenido algún que otro susto. El primero de ellos, el pasado 19 del mayo de 2022, cuando la policía fue alertada de la presencia de dos intrusos en la mansión.
La policía acudió al lugar para responder a la llamada que alertaba de estos hechos que, finalmente, se quedaron en un susto. Sin embargo, dos semanas más tarde, la policía respondió a una segunda alerta por la misma razón pocas horas antes de que el matrimonio cogiese un jet privado para asistir al Jubileo de Platino de la Reina Isabel II.