Esta competición en la que participan veteranos heridos fue creada por el Príncipe Harry tras conocer los Warrior Games de Estados Unidos. Los primeros Invictus Games se celebraron en 2014 en el Queen Elizabeth Olympic Park de Londres con la presencia, no solo del Príncipe Harry, sino también de Carlos y Camilla, el Príncipe Guillermo y hasta de Federico de Dinamarca.
Poco antes de que se cumplieran 10 años después de su primera edición, el Príncipe Harry se desplazó a Canadá para celebrar el One Year to Go de los Invictus Games Vancouver Whistler 2025, un acto para conmemorar que falta un año para que tenga lugar esta competición en este lugar de la Columbia Británica.
Como se esperaba, el Duque de Sussex acudió acompañado de Meghan Markle. Es tradición que la Duquesa de Sussex vaya siempre a todo lo relacionado con los Invictus Games como muestra de apoyo al Príncipe Harry, y así hizo en Canadá, un país en el que fue muy feliz y al que le gusta volver.
El Príncipe Harry y Meghan Markle se dejaron ver en la estación de esquí de Whistler en el día de San Valentín. Se les vio cogidos de la manos, felices y enamorados, aunque, que fuera 14 de febrero era irrelevante porque lo habitual en ellos es mostrarse así. Lo hacían cuando representaban a la Corona y lo han seguido haciendo cuando han ido por su cuenta. Además, de ese modo alejan los rumores de crisis que les persiguen de vez en cuando.
Durante su paso por Whistler, donde se van a celebrar los primeros Invictus Games invernales, se vio al Duque de Sussex probando una silla de esquí para atletas con discapacidad, hablaron con organizadores y deportistas y se mostraron muy cómodos durante su paso por esta estación de esquí cercana a Vancouver, donde residieron temporalmente en 2020 hasta que se mudaron de forma permanente a Estados Unidos.
Polémica por Sussex.com
Fue la primera aparición conjunta de la pareja desde el lanzamiento de su web Sussex.com, un site en el que han agrupado todo lo relacionado con su trabajo y su labor filantrópica. No ha estado exento de polémica, como ocurre con todo lo casi todo lo que les rodea, debido al uso del título que la Reina Isabel II entregó a su nieto con motivo de su boda con Meghan Markle.
Sin embargo, no aparece el Royal, por lo que parece que siguen cumpliendo su acuerdo de no utilizar su conexión real. De hecho, ante las críticas por el uso del Sussex, una fuente cercana señaló que es su apellido, por lo que no es extraño que lo utilicen.