Una de las revelaciones realizadas por Meghan Markle a Oprah Winfrey fue que se había casado en secreto con el Príncipe Harry tres días antes de su boda oficial, celebrada por todo lo alto el 19 de mayo de 2018 en la capilla de St George de Windsor Castle. Teniendo en cuenta que tanto ella como el Duque de Sussex habían hablado de asuntos más importantes, este detalle no parecía tampoco tan relevante, pero lo cierto es que ha traído cola. "¿Sabes? Tres días antes de nuestra boda nos casamos. Nadie lo sabe", confesó la Duquesa de Sussex a la presentadora: "Llamamos al arzobispo y le dijimos: ' Este espectáculo es para el mundo, pero queremos una unión solo con nosotros '. Los votos que hemos enmarcado en nuestra habitación son esos". Fue así como el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, les casó el 16 de mayo de 2018 en el patio de su casa.
Esta revelación provocó numerosas reacciones que restaban validez legal a la ceremonia, y de hecho parecía evidente que no la tenía, que tan solo quisieron celebrar algo parecido a una boda secreta en la que solo estuvieran el oficiante y los novios, nadie más. Lo quisieron, lo pidieron y lo tuvieron. De ahí a pensar que su fecha oficial de matrimonio es el 16 de mayo de 2018 hay un trecho.
Tanta importancia se le le dio a este asunto, que los propios Harry y Meghan han terminado desmintiendo a través de un portavoz que estén casados legalmente desde el 16 de mayo de 2018. Como señala The Daily Beast, "la pareja intercambió votos personales unos días antes de su boda legal del 19 de mayo". De esta forma, confirman que esa ceremonia de intercambio de votos no implica un matrimonio legal.
¿Por qué lo contó Meghan Markle? Quizás porque quiso compartir ese momento privado que había tenido con el Príncipe Harry, dejando claro que si bien fueron felices en su boda, desearon disfrutar de una ceremonia totalmente íntima. Es posible que se expresara mal al hablar de haberse casado, pero tampoco era para tanto.
El Príncipe Carlos y Doria Ragland fueron los testigos
Una vez se vio la entrevista no tardaron en salir voces que dejaban claro que para que un matrimonio fuera legal en Reino Unido necesitaba de la presencia de dos testigos. Esos testigos sí estuvieron el 19 de mayo de 2018 y de acuerdo con The Sun, que se ha hecho con una copia del certificado de matrimonio, fueron el Príncipe Carlos y Doria Ragland, el padre del novio y la madre de la novia.
Justin Welby se había negado a hacer declaraciones de forma directa, pero sí lo hicieron fuentes cercanas. El reverendo Mark Edwards consultó con su oficina porque según él había recibido numerosas solicitudes de matrimonio al estilo Sussex. Todas fueron rechazadas al no poder realizarse de esa forma. Así, Mark Edwards contó a The Chronicle que de acuerdo con fuentes de la oficina del arzobispo de Canterbury, que Meghan Markle pensara que la boda era legal pudo deberse a un malentendido porque es estadounidense: "Justin tuvo una conversación privada con la pareja en el jardín sobre la boda, pero puedo asegurarles que no se celebró ninguna boda hasta el evento nacional televisado". Ya con el desmentido o la aclaración del Duque y la Duquesa de Sussex se puede terminar con un tema bastante irrelevante para muchos, pero de vital importancia para otros. Caso cerrado.