El Príncipe Harry y Meghan Markle deseaban ser financieramente independientes al margen de la Casa Real Británica. Así lograban obtener sus propios ingresos y de paso, al renunciar a la asignación que viene directamente de los contribuyentes, sentían que no debían cumplir con determinadas normas no escritas que sí rigen a otros miembros de la Familia Real Británica. También podrían tener una relación distinta con la prensa, sobre todo con esos medios calificados como tóxicos por la pareja, a los que acusan de inventarse mentiras sobre ellos.
Sin embargo, su plan no era irse del todo, era representar a la Corona en determinados actos y combinarlo con carreras profesionales. Los propios Duques de Sussex han recordado que hay miembros de la dinastía que lo hacen, si bien esos parientes, como las York, no acuden más que a actos más familiares que institucionales. Además, lo que tenían en mente era renunciar al 5 por ciento que les venía del Sovereign Grant, pero no dijeron nada de los fondos del Ducado de Cornualles, que les reportaban la mayor parte de sus ingresos. Ese dinero lo recauda y distribuye el Príncipe de Gales desde que en 1337, Eduardo III de Inglaterra concedió a su hijo Eduardo, al que se conocía con el sobrenombre del Príncipe Negro, el título y las tierras del Ducado de Cornualles con las que el Príncipe de Gales debía mantenerse. Este rentable anacronismo otorga grandes beneficios al Heredero, que se sirve de estas rentas para financiarse a sí mismo, a los Cambridge y a los Sussex hasta 2020.
Precisamente sobre eso ha hablado el Príncipe Harry durante su intervención en la entrevista con Oprah Winfrey, donde la mayor parte del protagonismo recayó en la Duquesa de Sussex. Si bien en su momento se dijo que el Príncipe Carlos iba a sostenerles económicamente durante un año, no fue así. El Duque de Sussex aseguró que les cortaron los fondos, lo que les llevó a moverse rápido y a firmar sus rentables contratos con Netflix y Spotify para sostenerse y mantener el alto nivel de vida que deseaban llevar en Estados Unidos.
El Príncipe Harry señaló que dejaron de recibir financiación, se entiende que del Ducado de Cornualles, en el primer trimestre de 2020. Teniendo en cuenta que su salida oficial de la Casa Real Británica tuvo lugar el 31 de marzo de 2020, está claro que solo se les ingresó por los tres meses del año que se mantuvieron activos.
Sin embargo, no se puede decir que hayan pasado penurias, y más teniendo en cuenta que pudieron comprarse una mansión de en torno a 14 millones en Montecito (California). Antes de que firmaran los contratos, ya contaban con una estabilidad financiera inalcanzable para la mayoría de la población. Se habla de que los Sussex suman entre los dos una fortuna de unos 35 millones, de los que sobre 30 vendrían de la herencia que el Príncipe Harry recibió de Lady Di, de la que dijo que estaría "triste y enfadada por cómo salió todo, pero creo que todo lo que ella querría sería que seamos felices". Reconoce además que todo lo que han podido hacer es gracias a ella: "Sin eso, no hubiéramos podido hacer todo esto. Todo lo que quería era dinero suficiente para conseguir seguridad y mantener a mi familia a salvo", añadió.
Sin seguridad para los Sussex
Y precisamente seguridad económica no les faltaba, pero sí de otro tipo. Uno de los puntos en discordia que no terminaban de abordarse en los comunicados del Sussexit era en relación a la seguridad. Reino Unido no quería pagar, Canadá tampoco, y Estados Unidos todavía menos.
Así, fueron ellos los que se han financiado desde entonces su propia seguridad, algo que el Duque de Sussex no entiende: " Nunca pensé que, como príncipe nacido en la familia, me iban a quitar la seguridad ", señaló el Príncipe Harry. "Pedí a la familia que al menos mantuvieran la seguridad de Harry, incluso si no me brindaban seguridad a mí y a Archie", comentó Meghan Markle, que quizás recordó que cuando estaba embarazada, en la Casa Real Británica le comunicaron que su hijo no podría ser príncipe ni recibiría seguridad.