El escándalo del desnudo del Príncipe Harry en Las Vegas no tiene visos de finalizar, al menos por ahora, y es que no todos los medios de comunicación de Reino Unido han hecho caso a la Casa Real Británica, que había prohibido la divulgación de las fotografías.
El rotativo The Sun ha hecho caso omiso y ha publicado en portada las imágenes del desnudo integral del joven Príncipe, aludiendo al interés general del material y a que fue el Príncipe Harry el que comprometió su privacidad.
De este modo, ha sido el diario perteneciente al imperio mediático de Rupert Murdoch el primero que se ha atrevido a sacar las imágenes, pues ningún otro medio en el país ha publicado las controvertidas instantáneas después del anuncio de Casa Real.
Y es que Palacio de St. James había anunciado que la publicación violaba la intimidad de Harry, señalando también que se iba contra el código de conducta de la Comisión de Quejas de la Prensa, que enuncia que no se puede aceptar fotografiar a personas en lugares privados sin su consentimiento.
Aunque Casa Real había hablado de que no había interés público en las imágenes, también ha declarado que son los medios los que deben regularse a sí mismos, a la par que ha confirmado que sí es el Príncipe Harry quien aparece totalmente desnudo.
Todo el mundo ha visto el desnudo del Príncipe Harry
Por su parte, The Sun argumenta que las fotos se han podido ver en todo el mundo a través de Internet, objetando también que la imagen del Príncipe Enrique de Gales puede verse comprometida porque representa a Reino Unido, y se pregunta sobre la seguridad con la que cuenta el nieto de la Reina Isabel.
En ese sentido, las miradas se han dirigido hacia el equipo de seguridad del Príncipe Harry, que dejó entrar a varias mujeres a la suite en la que se alojaba Enrique sin haberles requisado los teléfonos móviles y otros artilugios electrónicos antes de entrar en la habitación.
Fuentes cercanas al hotel donde tuvieron lugar los hechos han asegurado que el equipo de seguridad no se comportó como debía, pues se preocupó más por disfrutar de la fiesta que de proteger al Príncipe Harry, envuelto en un escándalo sin precedentes en la Casa Real Británica.