Las fiestas del Príncipe Harry han provocado varios escándalos a lo largo de su vida, la última vez el verano pasado. Sin embargo, su carácter extrovertido y la solidaridad que muestra relegan a un segundo plano los comentarios negativos sobre el menor de los hijos del Príncipe de Gales.
Tras su reciente viaje a Australia, el primero que realizaba de forma oficial a este país, el Príncipe Harry se trasladó a Lesotho, país del sur de África con el que está muy comprometido desde hace años. Allí, el nieto de la Reina Isabel II estuvo pendiente de las obras de construcción de una escuela que se está levantando gracias a su fundación.
Pero no solo se limitó a observar, sino que se puso a trabajar como uno más. De este modo, cogió una carretilla y ayudó a llevar cemento para aligerar las tareas de construcción de la escuela, un gesto poco habitual para un miembro de la realeza.
Como es habitual cuando visita este país, el Príncipe Harry ha estado acompañado por el Príncipe Seeiso, hermano pequeño del Rey Letsie, que ayudó a que el británico se interesara por los problemas existentes en Lesotho.
El Príncipe Harry fundó en 2006 una organización benéfica para ayudar a huérfanos y niños vulnerables en este pequeño país rodeado por Sudáfrica. Esto ocurrió dos años después de su primera visita a Lesotho, pues pasó por aquí durante su año sabático en 2004, donde se quedó impresionado por las condiciones de vida de sus habitantes.