La espera ha terminado. Después de un largo tiempo de incógnita sobre la presencia o la ausencia del Príncipe Harry y Meghan Markle, se ha confirmado oficialmente que el Duque de Sussex sí va a estar en la Abadía de Westminster para contemplar la coronación del Rey Carlos III.
Buckingham Palace ha señalado que el Príncipe Harry va a estar presente en el Servicio de Coronación, pero no acuden ni Meghan Markle ni sus hijos, el Príncipe Archie y la Princesa Lilibet, que permanecen en Estados Unidos. De este modo, solo regresa el Duque de Sussex, mientras que su mujer y sus hijos permanecerán en su casa de Montecito.
Se da la casualidad que ese mismo 6 de mayo es el cumpleaños del hijo mayor de los Duques de Sussex, que celebra 4 años en la misma jornada en la que su abuelo, el Rey Carlos III, vive el día más importante y simbólico de un reinado que comenzó el 8 de septiembre de 2023, fecha en la que murió la Reina Isabel.
Pese a las tensiones generadas ya no solo por su salida de la Casa Real Británica y por la entrevista a Oprah Winfrey, sino por la docuserie de los Sussex en Netflix y por 'Spare', biografía del Príncipe Harry, el Duque de Sussex quiere estar presente en un día tan importante para su padre, aunque eso implique no estar con su hijo Archie en su cuatro cumpleaños.
Meghan, Archie y Lilibet, los únicos ausentes de la familia
Se espera su presencia en el Servicio de la Coronación el 6 de mayo de 2023, pero no en las demás celebraciones previstas para los días 7 y 8 de mayo. La idea del Duque de Sussex es viajar para estar presente en el acto más importante, en el que Carlos III es coronado, y marcharse lo antes posible para reunirse con su mujer y sus hijos y celebrar juntos el cumpleaños del Príncipe Archie.
De este modo, la gran ausencia de la Familia Real Británica viene de la mano de la Duquesa de Sussex, el Príncipe Archie y la Princesa Lilibet, nuera y nietos respectivamente del Rey Carlos III. Sí acuden los restantes miembros de la dinastía, así como royals de todo el mundo. En el caso de España, los representantes son los Reyes Felipe y Letizia, que llegan a Londres un día antes del Servicio de la Coronación para una recepción y que se irán tras su celebración debido a que esa misma noche Felipe VI tiene que estar en Sevilla para la final de la Copa del Rey.