Los Duques de Cambridge empezaron su tour caribeño el 19 de marzo de 2022 en Belice, donde aterrizaron con media hora se retraso en el Philip S. W Goldson International Airport. Allí fueron recibidos por la Gobernadora General de Belice, Froyla Tzalam. Para su llegada, Kate Middleton apostó por un vestido azul de Jenny Packham con el que estaba radiante. De allí se fueron al Laing Building, donde se reunieron durante una hora con el Primer Ministro de Belice, Johnny Briceño, y su esposa Rosanna. A pesar del largo viaje, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton estaban sonrientes y relajados. Se pudo ver además un cariñoso gesto del Duque de Cambridge a Kate Middleton cuando le tocó la espalda durante sus primeras horas en el país caribeño.
Los residentes no estaban de acuerdo con una visita que no se les había consultado y ni siquiera aceptaban el lugar en el que iban a aterrizar, por lo que este viaje se canceló y se buscó otra ubicación. Por ello, viajaron a la granja Che'il de Hopkins, que también es un ejemplo de sostenibilidad. Allí conocieron todo lo posible sobre la producción de cacao, realizaron una cata con semillas y se pusieron a trabajar moliendo granos de cacao. Kate Middleton comentó lo bien que olía a chocolate y al probarlo comentó que sus hijos estarían celosos de sus padres en ese momento. Por su parte, el Duque de Cambridge preguntó en broma al propietario, Julio Saqui, si podía trabajar para él.
Pero la jornada no acabó ahí. No es extraño que el Príncipe Guillermo y Kate Middleton se muestren espontáneos en sus apariciones oficiales y no se limiten solo a sonreír, saludar y mirar. Si tienen que ponerse a bailar, lo hacen, y eso es lo que pasó cuando les enseñaron el Centro Cultural Garifuna de Hopkins.
Se animaron a bailar cuando les invitaron a hacerlo y siguieron los pasos que se les marcaron. Asimismo, la Duquesa de Cambridge recibió unas maracas de madera con las que se quedó encantada. Fue precisamente ella la que empezó a bailar. Por supuesto el Duque de Cambridge no se iba a quedar atrás y se arrancó a bailar mostrando un ritmo que llamó la atención de los presentes. Sacaron así su lado más espontáneo y mostraron que a pesar de no ser bien recibidos en una parte del país, han logrado conquistar a los que sí les han querido acoger durante unas horas.
En este segundo día, Kate Middleton apostó por un vestido midi con estampado floral firmado por Tory Burch, look completado por unas sandalias de cuña de Stuart Weitzman que no le impidieron moverse al ritmo de la música, así como un clutch de Anya Hindmarch que tenía en su armario desde la gira por Canadá realizada con el Príncipe Guillermo en 2011 poco después de su boda.