El Duque de Cambridge ha sorprendido al contestar a las preguntas sobre la entrevista de Harry y Meghan durante su primer acto oficial junto a Kate Middleton tras la emisión.
Aunque la Reina habría decretado silencio desde la Casa Real Británica tras el comunicado sobre la entrevista del Príncipe Harry y Meghan Markle, no ha logrado que la orden se haya mantenido ni entre los miembros de la Familia Real Británica. Así, mientras el Príncipe Carlos esquivó las preguntas sobre el asunto en su primer acto oficial tras la emisión de la entrevista, el Príncipe Guillermo no ha podido evitar hablar.
En el que fue su primer acto oficial conjunto tras la entrevista de los Sussex a Oprah Winfrey, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton se desplazaron a Stratford, en el este de Londres, para visitar School21. El motivo de su encuentro fue agradecer a los profesores su trabajo durante la pandemia y tras la reapertura después del largo confinamiento en Reino Unido, así como promover una iniciativa de salud mental.Durante el acto, en el que había prensa, Inzamam Rashid de Sky News preguntó al Duque de Cambridge sobre si había hablado con el Príncipe Harry, además de por el racismo de la Familia Real Británica. Lejos de pasar de largo y hacer caso omiso, que era lo esperado, el Príncipe Guillermo ha respondido.
"No, todavía no he hablado con él, pero lo haré", manifestó ante la primera pregunta. Con respecto a la segunda, dejó claro que la Familia Real Británica no es racista: "No somos una familia racista", ha contestado el Príncipe Guillermo en unas declaraciones que han sorprendido profundamente al no ser esperadas.Las acusaciones de Harry y Meghan
Durante su entrevista con Oprah Winfrey, los Duques de Sussex hablaron de al menos un episodio de racismo en la Familia Real Británica. De acuerdo con las revelaciones del Príncipe Harry y Meghan Markle, alguien de la dinastía se preocupó por lo oscuro que pudiera ser el hijo o hijos que fueran a tener los Duques de Sussex. Ante la gravedad de la acusación, Oprah Winfrey quiso saber quién estaba preocupado por el color de piel que pudiera tener Archie, pero la Duquesa de Sussex no quiso especificar y señaló que esta información la conocía por boca del Príncipe Harry: "Creo que eso sería muy perjudicial para ellos. Eso me lo transmitió Harry. Fueron las conversaciones que la familia tuvo con él".
Cuando el Duque de Sussex se unió a la conversación, la presentadora quiso ahondar en este asunto, y si bien el Príncipe Harry confirmó la historia, ni quiso revelar la identidad de quien estaba detrás: "Nunca voy a compartir esa conversación, pero en ese momento fue incómoda. Estaba sorprendido", comentó. Tras la emisión, Oprah Winfrey reveló que ni la Reina Isabel y ni el Duque de Edimburgo estaban involucrados.
Además, Meghan Markle manifestó que el hecho de que la abuela materna de Archie sea negra, y por tanto el niño no es de raza blanca completamente como sí ocurre con el resto de los nietos y bisnietos de la Reina Isabel, pudo influir en que su primogénito no recibiera dignidad de Príncipe de Sussex: "Cuando estaba embarazada estábamos con la conversación de 'No se le dará seguridad, no se le dará un título'. La idea de que el único miembro de color, no fuera a ser tratado como el resto... No tienen derecho a quitárselo. Quieren cambiar lo establecido por Archie. ¿Por qué?", señaló la Duquesa de Sussex, que olvidó añadir que como bisnieto de la Reina no le correspondía ser Príncipe sin la intervención expresa de la Monarca. Cierto es que la Reina podría haber emitido una Carta Patente para solucionarlo y no lo hizo. Sin embargo, legalmente y de forma automática Archie solo sería Príncipe de Sussex nada más nacer si el Príncipe Carlos fuera Rey.