Los hijos de la Princesa Diana de Gales, acompañado por Kate Middleton, rindieron homenaje a la reina de corazones.
La noche del 30 al 31 de agosto de 1997, Lady Di sufrió un trágico accidente en el que murió su pareja de entonces, Dodi Al Fayed. Ella quedó gravemente herida y falleció esa madrugada en el hospital de la Pitié-Salpêtrière con solo 36 años. Dejó huérfanos de madre a dos adolescentes, uno de 15 años y otro que estaba a punto de cumplir 13.
20 años después, el Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry han rendido homenaje a la Princesa Diana de Gales en el lugar en el que vivió durante los últimos años de su vida, el Palacio de Kensington. Allí tiene su residencia oficial tanto uno como el otro, pero un día antes del aniversario, quisieron recordar públicamente a su progenitora visitando ante las cámaras el Jardín Blanco creado expresamente en memoria de Lady Di.Acompañados por la Duquesa de Cambridge y bajo un paraguas debido al desapacible día que reinó en Londres, los hermanos Windsor fueron recibidos por Sean Harkins, jardinero jefe de los Historic Royal Palaces de Londres. Fue él quien se ha encargado de crear el White Garden inspirándose en las flores blancas que tanto gustaban a Diana de Gales y que estuvieron presentes en su boda y en su funeral.
El Príncipe Guillermo y el Príncipe Harry se acercaron a la verja de Kensington Palace, donde numerosos ciudadanos dejaron recuerdos en memoria de la llamada reina de corazones, que sigue muy presente para muchas personas. Ellos dedicaron un tiempo a ver lo que habían colocado ciudadanos anónimos y dejaron unas flores.Lady Di, una mujer solidaria
Aprovechando el momento, también se reunieron con representantes de ocho organizaciones sin ánimo de lucro con las que colaboró Lady Di, una mujer solidaria durante su matrimonio con el Príncipe Carlos, pero que cuando se libró de sus tareas oficiales al divorciarse, se dedicó en cuerpo y alma a causas benéficas.Diana de Gales trabajó para acabar con los estigmas que pesaban (y pesan) sobre los enfermos de SIDA. Asimismo, se dejó la piel para que desaparecieran las minas antipersona. En 1997, año de su muerte, entró en vigor el Tratado de Ottawa por el que se prohibieron las minas antipersona y que fue firmado por 133 países.