A una edad muy temprana, el hermano del Príncipe Harry empezó a conocer la relevancia de su posición y, aunque sí tuvo que asistir a ciertos actos que poco a poco le dieron visibilidad como futuro Heredero, su madre se encargó de que sus hijos vivieran en la mayor normalidad dentro de lo posible. De hecho, y a pesar de ser algo puramente anecdótico, destaca cómo con apenas nueve años tuvo que pasar por quirófano debido a una fractura en el cráneo que sufrió cuando un amigo le dio, de forma accidental, con un palo de golf en la cabeza.
Ahora bien, para lo que ni él ni ningún otro niño está preparado es para la pérdida de un ser querido. Concretamente en su caso, la muerte de su madre, la Princesa Diana, fue un palo muy duro que le obligó a crecer a marchas forzadas y que sin duda marcaría toda su vida. Y es que, la situación de asfixia que la entonces mujer del Príncipe Carlos decía sentir en Palacio, fue un punto de inflexión para Guillermo y Harry de Inglaterra. Desde entonces y, sobre todo desde que se convirtieran en adultos, una de sus máximas ha sido la de preservar no tanto su intimidad, sino fundamentalmente la de sus parejas e hijos, con el fin de evitar un matrimonio desdichado como el que sus progenitores protagonizaron.
Un expediente académico brillante
Lo cierto es que el Príncipe Guillermo se ha caracterizado por ser un estudiante muy aplicado y con muy buenas notas que desde luego reflejó durante su paso por la Universidad de Saint Andrews. Allí comenzó a cursar en 2001 sus estudios de Historia del Arte y, aunque poco después se decantara por la Geografía, finalmente en 2005 logró graduarse con Matrícula de Honor. De manera que, gracias a esta calificación se ha convertido en uno de los miembros de la realeza europea con el mejor expediente académico.
Su formación como piloto de rescate
Sin embargo, la académica no ha sido la única formación que ha recibido Guillermo de Inglaterra. Y es que, dada su posición real, también se le exigían conocimientos y destrezas ligadas al ámbito militar. Por este motivo, en 2005 formó parte de un duro proceso de selección, que se extendía durante cuatro días, con el objetivo de conocer si estaba preparado para formar parte del Ejército británico.
De manera que, tras pasarlas satisfactoriamente, en 2006 ingresó en la Real Academia Militar de Sandhurst, donde en apenas un año se graduó ante la atenta mirada, no solo de su padre y su abuela, sino también de Kate Middleton. Desde este momento, el Príncipe Guillermo no llegaría a abandonar en ningún momento su formación militar y, tras pasar por diferentes cursos y campamentos de entrenamiento, finalmente decidió unirse a la unidad aérea del Ejército.
Precisamente fue esta disciplina la que terminó de atrapar completamente al hijo del Príncipe de Gales, hasta el punto de llegar a convertirse en piloto de rescate gracias a su condición de teniente de vuelo. Lo hizo oficialmente durante casi dos años y, si bien es cierto que dijo sentirse enormemente satisfecho por poder aportar su granito de arena a las Fuerzas Armadas, también reconoció haber pasado uno de sus peores momentos.
"Me llevé a casa mucho sin darme cuenta de ello. Ves tantas cosas tristes todos los días que crees que la vida es así. Siempre estás lidiando con desesperación, tristeza, dolor. El desgaste se acumula si no tienes oportunidad de desahogarte", confesó el segundo en la línea sucesoria con el objetivo de normalizar la asistencia sanitaria mental tan necesaria en situaciones como la suya.
Listo para ser el Heredero
Sin embargo, en 2017 tomaba la firme decisión de poner fin a su labor como piloto para centrarse exclusivamente en sus obligaciones reales. Y es que, aunque el Príncipe Carlos sea el Heredero al trono, lo cierto es que la Casa Real ha querido que sean los Duques de Cambridge los que poco a poco hayan ido ganando cada vez mayor protagonismo y visibilidad en los actos oficiales.
"Estoy orgulloso de haber sido parte del servicio de East Anglia y quiero agradecer a mis compañeros, al personal médico y a los pilotos su increíble esfuerzo para salvar vidas", era el mensaje de agradecimiento que escribía el nieto de la monarca en la prensa para materializar por un lado su adiós al Ejército, además de servir como mensaje de agradecimiento a sus ya excompañeros.
De esta forma, Guillermo de Inglaterra vive centrado única y exclusivamente en sus tareas reales, como así demuestra el hecho de que desde entonces haya aumentado el número de actos de los Duques de Cambridge y sus hijos o incluso otros en solitario del Príncipe, como el que protagonizó en 2019 convirtiéndose en la persona encargada de representar a su abuela en una gira de hermanamiento por Nueva Zelanda.
Una familia feliz junto a Kate Middleton
Ahora bien, si hay un papel que en los últimos tiempos ha desempeñado Guillermo de Inglaterra a la perfección, ese es el de padre. Junto a Kate Middleton ha formado una bonita familia que, por un momento, pudo no haberse producido. Y es que, aunque ambos iniciaron su romance durante los años que pasaron en la universidad, lo cierto es que la juventud de ambos y la presión a la que él estaba expuesto por su posición, hicieron mella en su relación hasta el punto de que decidieron dejarlo.
Sin embargo, allá por 2005 volvieron a coincidir y tras haber crecido sobre todo a nivel personal, retomaron su relación. Aunque no fuera hasta 2006 cuando ambos hicieron oficial su romance, este era un secreto a voces y, a decir verdad, desde que lo anunciaron su historia de amor pasó a ser mundialmente conocida. En 2010 Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton anunciaron su compromiso y, tan solo un año más tarde, protagonizaron una multitudinaria boda que dejaba entrever la relevancia del Príncipe como futuro Heredero a la Corona británica.
La ceremonia se celebró en la Abadía de Westminster y, desde entonces, la Duquesa de Cambridge y su marido lograron ganarse aún más el respeto de sus ciudadanos. Lo hicieron porque, a pesar de la fastuosidad que rodeó al gran día, ambos supieron decantarse por adornos e indumentarias sencillas, huyendo de cualquier ostentosidad y alarde de riqueza.
En 2013 se convirtieron en padres de su primer hijo, el Príncipe Jorge y años más tarde llegarían la Princesa Carlota y el Príncipe Luis de Cambridge. Con ellos, el nieto de la Reina Isabel suele mostrarse de lo más natural y lo cierto es que cuando está con ellos no puede ocultar la sonrisa y disfruta como uno más de los pequeños. Los cinco suelen compartir, además de los eventos y actos oficiales de su agenda, largas jornadas de juego en el campo y, aunque sabe que sus hijos no son como cualquier otro niño de su edad, él ya ha manifestado que los pequeños aprenderán a su debido tiempo los deberes y obligaciones que les conlleva el apellido.