Galería: Coronación de Carlos III
La Coronación de Carlos III fue la número 40 de las celebradas en la Abadía de Westminster. El primer Rey en ser coronado en el templo londinense fue Guillermo el Conquistador en 1066. Desde entonces hasta Carlos III pasaron 38 monarcas y más de 1000 años. De todos modos, la ceremonia que se pudo ver el 6 de mayo de 2023 no fue establecida en 1066, sino a partir de 1377 a través del Liber Regalis, donde se detalla cómo debe ser la Coronación de un Monarca a partir de la de Ricardo II.
La primera Coronación que pudo ser seguida por la televisión, es decir, vista no solo por los allí presentes, fue la de Isabel II el 2 de junio de 1953. Casi 70 años años más tarde, la de su hijo Carlos fue también retransmitida por televisión, medios de todo el mundo y las redes sociales. Se pudo ver todo menos la Unción, el momento más íntimo y sagrado de la ceremonia en el que se colocó un biombo para que nadie pudiera ver el momento en el que el Deán de Westminster vertió los sagrados oleos desde la ampolla de oro en forma de águila a una cuchara de oro para que el Arzobispo de Canterbury mojara los dedos y ungiera a Carlos III en la cabeza, el pecho y las manos.
Nada de homenaje del pueblo
Sí se pudieron ver el Reconocimiento, el Juramento, la Investidura y la Entronización y el Homenaje. Y es precisamente este último paso el que no parece gustar demasiado al Príncipe Guillermo, que como heredero tuvo un papel en la Coronación de su padre. El Príncipe de Gales se arrodilló ante el Rey y realizó el juramento de lealtad. "Yo Guillermo, Príncipe de Gales, te prometo mi lealtad y te daré fe y verdad, como tu señor de la vida y el cuerpo. Así que ayúdame Dios". También tocó la Corona de San Eduardo que estaba en la cabeza de Carlos III y le besó en la mejilla. Previamente, el Príncipe Guillermo colocó al Rey Carlos la Estola Real en la Investidura.
No parece que el Príncipe de Gales haya tenido problemas con la Coronación en sí misma, por anacrónica que pueda resulta una ceremonia cuyo guion se estableció en 1377, pero no le gustó precisamente una innovación de su padre con respecto a las coronaciones anteriores. Como señala The Times, cuando sea coronado como Guillermo V de Reino Unido, no quiere incluir en la última parte de la liturgia el llamado 'Homenaje del pueblo'. Hasta Isabel II, la costumbre dictaba que el juramento era prestado por la nobleza hereditaria, siendo el primero en arrodillarse ante ella el Duque de Edimburgo, su leal consorte. Carlos III pensó que sería mejor olvidarse de la nobleza e incluir al pueblo, aunque el único que se arrodilló ante él fue el Príncipe de Gales como su heredero, mientras que el Arzobispo de Canterbury invitó a "todas las personas de buena voluntad" a prestar juramento desde sus casas al Rey.
Esta idea no gustó al Príncipe Guillermo, por más que fuera simbólica. Carlos III tuvo mucho tiempo para pensar en cómo sería su propia coronación, y aunque en cierto modo la modernizó, invitando a representantes de otras confesiones, incluyendo un coro gospel, simplificando los atuendos de los invitados, cerrando la lista de 8000 a 2300 y teniendo a su lado no solo a royals extranjeros, sino a miembros de la realeza que también reinan, el futuro Guillermo V se plantea lo que desea para su propia ceremonia.
Ese homenaje del pueblo no volverá a ocurrir, aunque también desea que su Coronación sea relevante, diferente, moderna e importante. Cuando ocurra, el mundo habrá cambiado con respecto a 2023, aunque no tanto como entre las coronaciones de Isabel II y Carlos III. Debido a la edad a la que Carlos fue coronado (74 años), no pasarán tantos años antes de que Guillermo le suceda. Resultaría llamativo que Guillermo V renunciara a una coronación como la que tuvieron sus antepasados, aunque quizás opte por una modernización necesaria para conectar con la población joven, la más desconectada de la Monarquía.