Los Duques de Cambridge quieren más privacidad y seguridad para su familia, y por ello han prohibido que se sobrevuele su casa de Sandringham.
Los Duques de Cambridge están empeñados en que sus hijos vivan seguros, protegidos y alejados de la presión mediática. Por ello, han instado a través del Ministerio del Interior a que se prohiban los vuelos por encima de la casa en la que viven, en Anmer Hall, Sandringham, Norfolk.
De esta forma, como señala El Mundo, desde el 1 de noviembre los drones, avionetas, helicópteros y aviones no podrán sobrevolar el perímetro de la vivienda de los Cambridge. Aún así, habrá excepciones para el helicóptero de la Reina Isabel, las aeronaves de los servicios de emergencia, así como los vuelos que estén autorizados por el Príncipe Guillermo y Kate Middleton. Todo por sus hijos
Esta medida llega dos meses después de que Kensington Palace emitiera un comunicado en el que acusaba a algunos paparazzi de saltar líneas rojas a la hora de conseguir material fotográfico principalmente del Príncipe Jorge de Cambridge y exigía respeto tanto para el niño como para el resto del núcleo familiar.
El Príncipe Guillermo y Kate Middleton desean que sus hijos crezcan en paz, medida por la cual se han quejado formalmente y se han instalado en la casa de campo de Sandringham que la Reina regaló a su nieto. Allí, lejos de Londres, esperan tener una vida más normal y tranquila, interrumpida por los actos oficiales y por supuesto por el trabajo del Duque de Cambridge como piloto de helicópteros de rescate. Aunque su despacho está oficialmente instalado en Kensington Palace, los Duques de Cambridge prefieren ir y venir y que sus hijos estén tranquilos y alejados del bullicio de Londres, donde los paparazzi vigilan todos sus movimientos.