Hay actos en los que la Familia Real Británica se une casi al completo. Uno de ellos es el servicio religioso que cada año se celebra en la Abadía de Westminster (Londres) con motivo de la celebración del Día de la Commonwealth.
Este oficio cuenta con la presencia obligada de la Reina Isabel y del Duque de Edimburgo, y habitualmente de otros miembros de la Casa Real como el Príncipe de Gales o la Duquesa de Cornualles, que por supuesto asistieron este año. Junto a ellos, el Príncipe Harry, el Duque de York y el Conde de Wessex.
Se echó en falta a los Duques de Cambridge, y la razón de su ausencia no ha gustado mucho. Por un lado, Kate Middleton se quedó en casa con sus hijos, el Príncipe Jorge y la Princesa Carlota. Lejos de ellos estaba el Príncipe Guillermo, que antes que la compañía familiar y las obligaciones oficiales prefirió disfrutar de unas vacaciones en la nieve.
Quien está llamado a ser Rey de Inglaterra se escapó a Verbier para disfrutar de unos días en esta exclusiva estación invernal enclavada en los Alpes Suizos. Allí fue pillado por la prensa británica deslizándose por las pistas nevadas y pasándoselo en grande con sus amigos. Entre ellos está la modelo Sophie Taylor, una guapa australiana que estaba acompañada por su novio, Aaron Goodfellow, y que trabaja allí.
Nuevas críticas para el Duque de Cambridge
Más allá del hecho de que haya dejado a su familia en Inglaterra y se haya ido a esquiar con amigos, algo que forma parte del ámbito privado, lo que le ha granjeado más críticas es haberse ausentado de los actos con motivo del Día de la Commonwealth siendo cómo es segundo en la línea de sucesión al trono de Reino Unido.
Ya el año pasado tuvo que hacer frente a críticas que le acusaban de vago, ya que pese a sus 34 años, su abuelo, el Duque de Edimburgo, que tiene 95, cumple con más actos oficiales que él. En su momento logró salir al paso de las críticas, algo que le va a tocar hacer una vez más.