Sin embargo, fue durante una visita de los Duques de Cambridge a la fábrica de cervezas Guinness, una de las principales atracciones turísticas de Dublín, cuando el Príncipe Guillermo hizo un comentario que no pasó desapercibido a los allí presentes. El nieto de la Reina Isabel bromeó con los trabajadores irlandeses de la fábrica y dijo: "Por cierto, la Duquesa de Cambridge y yo estamos propagando el coronavirus, lo siento. Estamos atentos a esto, así que dígannos si tenemos que parar".
Además, el Príncipe Guillermo también habló con Joe Mooney, un paramédico del Servicio Nacional de Ambulancia que está haciendo frente a la crisis de la enfermedad y le preguntó: "Apuesto a que todos dicen 'tengo coronavirus, me estoy muriendo', y tú dices 'no, acabas de toser'". De todos modos, los Duques de Cambridge están tomando consejos sobre los riesgos y las medidas de prevención del coronavirus, aunque han asegurado que continuarán conociendo a gente y reuniéndose con personas como de costumbre.
Por ello, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton disfrutaron de una jornada en Dublín, visitando la fábrica de Guinness, conociendo la historia de esta famosa cerveza y brindando con los anfitriones. "Irlanda es un país del que tanto hemos oído hablar, así que estamos muy emocionados de estar aquí con ustedes para verlo de primera mano. Al venir a la fábrica de Guinness estamos volviendo a realizar los pasos de mi abuela, a quien ya se le mostró cómo servir la cerveza perfecta aquí en 2011", confesó el Duque de Cambridge durante su visita.
Medidas de protección de la Reina
La Reina Isabel ya ha llevado a cabo las primeras medidas de seguridad para prevenir esta enfermedad ya que ha decidido usar guantes durante una ceremonia en el Palacio de Buckingham, una medida para prevenir posibles contagios. Esta es la primera vez que ha llevado guantes desde que comenzó a presidir este tipo de actos en 1952, el año en el que subió al Trono. Y es que la Monarca generalmente usa guantes cuando se encuentra en eventos públicos o fiestas en el jardín, pero no en estos actos, en los que se lleva a cabo la tarea de colocar las condecoraciones en las solapas de sus investidos.