El Príncipe ha destacado al pueblo de Angrois como ejemplo de solidaridad y superación, y ha destacado que "España es una gran nación por la que merece la pena luchar".
El Teatro Campoamor de Oviedo volvía a vestirse de gala en la tarde del viernes 25 de octubre para albergar los Premios Príncipe de Asturias 2013. Aunque fue un acto lleno de protagonistas, los ganadores de los galardones, el Príncipe Felipe supo llevarse el corazón de los asistentes con un emotivo discurso en el que llamó, de nuevo, a ver la luz al final del túnel.
Arropado por la presencia de su esposa, la Princesa Letizia, y su madre, la Reina Sofía, don Felipe tomó el micrófono para explicar: "No es difícil comprender y respetar esos sentimientos de frustración, pesimismo o desconfianza" que atrapan a muchos españoles, pero ha pedido a la población que es hora de reaccionar: "Lo que de verdad necesitamos es recuperar la ilusión y la confianza".
Homenaje a los vecinos de Angrois
El Príncipe ha querido poner como ejemplo de solidaridad y superación a los habitantes de Angrois, el pueblo gallego que fue escenario del terrible accidente de tren en el que 79 personas perdieron la vida: "Nos dio a todos los españoles una lección de coraje y solidaridad". El hijo del Rey Juan Carlos pidió a los que le estaban escuchando que imitasen el coraje de esa marabunta de personas que acudió a la ayuda de las víctimas.Además de hablar de un cambio de actitud, ha querido recordar que "los hombres y mujeres de España han hecho frente con coraje a la adversidad y han mostrado una capacidad de sacrificio fuera de toda duda". Su conclusión levantó los aplausos del auditorio: "Ellos son los que realmente hacen de España una gran nación, que vale la pena vivir y querer y por la que merece la pena luchar".