El Príncipe Felipe se ha unido a la tripulación del Aifos de la Armada Española en la que es la 32 edición de la Copa del Rey de vela. Se trataba de la tercera jornada de la regata en la que hace años era asiduo, al igual que el Rey Don Juan Carlos y la Infanta Cristina.
Vestido con polo blanco, pantalón corto azul, gorra del mismo color y gafas de sol de espejo se pudo ver al Heredero de la Corona, que fue el patrón de la embarcación junto al almirante Jaime Rodríguez Toubes, y ambos dirigieron las maniobras. Aifos ocupa el cuarto puesto en la clasificación general.
Esta jornada marinera tuvo lugar después de que Don Felipe, junto a la Reina Sofía, y la Infanta Elena, visitaran el Centro de Coordinación de incendios de Andratx, preocupados por el incendio que afecta a la Sierra de Tramuntana, uno de los parajes más bellos de la isla, y que ya está estabilizado.
Visita a Andratx
Doña Sofía, el Príncipe Felipe y la Infanta Elena quisieron visitar el centro de control de operaciones del incendio, situado en la localidad de Andratx, y así conocer de primera mano cómo funciona el operativo que se ocupa de las tareas de extinción.
Los tres visitaron primero el ayuntamiento, donde está ubicado el centro de coordinación. Allí fueron recibidos por el Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, y por el Presidente de Baleares, José Ramón Bauzá.
Pero con quien más rato compartieron fue con los efectivos de emergencias que colaboran en el trabajo, interesándose por las labores de extinción y la forma de trabajo. También visitaron el centro de avituallamiento, ubicado en el salón de plenos, y pudieron hablar con los voluntarios que llevan víveres para los operarios.
Media hora después de haber empezado la visita, pudieron comprobar in situ cómo se organizan los cuerpos de emergencia, ya que recibieron el aviso de que uno de los focos que se creía apagado había vuelto a activarse, concretamente en Cala Moragues, muy cerca de donde se encontraban.
A pesar de las buenas noticias con respecto a la estabilización del incendio, el fuego ya había arrasado 1.800 hectáreas de una zona declarada Patrimonio de la Humanidad y que tardará mucho en reforestarse.