Las últimas noticias daban por zanjado el asunto y todo parecía indicar que la Duquesa de York volvería a ser una más en la Familia Real por un día. Sin embargo, uno de sus grandes enemigos ha hecho mover sus influencias y ha decidido excluirla de una de las celebraciones. El enemigo en cuestión es el Príncipe Carlos y la fiesta es la recepción que él mismo ofrecerá en su residencia a 200 de los invitados a la boda una vez oficiado el enlace.
Es de sobra conocida la antipatía que el Príncipe de Gales siente hacia su excuñada, gran apoyo de la fallecida Princesa Diana durante sus convulsos años de matrimonio. A pesar de todo, Sarah Ferguson cuenta con el apoyo incondicional de la Reina Isabel, que se ha encargado expresamente de que sí esté presente en el almuerzo oficial que ofrecerá el día de la boda del Príncipe Harry y Meghan Markle.
Encuentro privado compensatorio
El diario británico Daily Telegraph afirma a este respecto que para compensar el desaire al que la exmujer del Príncipe Andrés se ha visto sometida, los novios organizarán una cena privada durante los días previos al enlace con los Duques de York y sus dos hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, para que Meghan Markle pueda conocer mejor a Sarah Ferguson, una figura imprescindible en la vida de su prometido.