No es ningún secreto que a la Casa Real Británica no le sentó bien la entrevista que el Príncipe Harry y Meghan Markle concedieron a Oprah Winfrey y que fue emitida el 7 de marzo de 2021 en Estados Unidos y un día más tarde en Reino Unido. En ambos casos las audiencias fueron millonarias. La emisión llegó a otros países, como España, y además, aunque no se haya visto entera, entre los clips, los artículos realizados y la enorme repercusión que ha tenido, es difícil que alguien no se haya enterado de todo lo que contaron, que fue mucho.
Lo más impactante fueron las acusaciones de racismo hacia un miembro de la Familia Real Británica o los pensamiento suicidas que Meghan Markle dijo haber tenido sin que la Casa Real Británica le ayudara, aunque pidió auxilio. También llamó la atención que el Duque de Sussex dijera que estaba decepcionado con su padre, y que tanto el Príncipe Carlos como el Príncipe Guillermo se sentían tan atrapadas por la Monarquía como el propio Príncipe Harry, solo que él había podido irse y ellos no, lo que hacía que tuviera compasión por su padre y su hermano.
Se impuso la decisión de la Reina
Ya solo este resumen es fuerte, pero muestra que la entrevista dio para mucho. La Casa Real Británica tomó buena nota, y después de reuniones, comentarios y tensión, se optó por responder mediante un comunicado emitido el 9 de marzo de 2021: "Toda la familia está entristecida al saber el alcance de lo desafiantes que han sido los últimos años para el Príncipe Harry y Meghan Markle. Las cuestiones planteadas, en particular las del racismo, son preocupantes. Si bien algunos recuerdos pueden variar, [estos asuntos] se toman muy en serio y la familia se ocupará de ellos en privado".
La decisión final evidentemente es de la Reina, que para eso es la jefa de la Casa Real y de la dinastía, y en sus palabras denota que no deseaba una confrontación, sino que las aguas vuelvan a su cauce. No es lo que hubiera querido el Príncipe Carlos, que deseaba responder punto por punto a las acusaciones de los Duques de Sussex que tanto dolor le han causado. El Príncipe Harry puede sentirse decepcionado con su padre, pero está claro que el Príncipe de Gales también lo está con su hijo.
De acuerdo con Katie Nicholl, al Príncipe de Gales le habría gustado dejar ciertas cosas claras, pero decidió no hacerlo porque no quería hacer todavía más grande el conflicto. Así, ganó la tesis de la Reina, que quería ser más conciliadora y no contribuir a que la brecha fuera mayor. Eso sí, también hay que tener en cuenta que la Monarca no salió tan mal parada, por no decir que fue disculpada en todo momento. No ocurrió lo mismo con el Príncipe de Gales.
De todos modos, de haber respondido está claro que los Sussex hubieran contraatacado. Si de algo están contentos desde que dejaron la Casa Real Británica es de poder confirmar, negar o matizar todo lo que les viene en gana, algo que en su momento no se les permitía. Así, Buckingham Palace no va a hacer lo mismo por mucho que el Príncipe Carlos quisiera responder. Eso sí, el Príncipe Guillermo ofreció unas declaraciones inesperadas en las que dijo que la Familia Real Británica no era racista.