Según dicho medio, los dos primeros en la línea sucesora británica se habrían negado a reunir se con el Presidente americano. Por su parte, Donald Trump y su mujer acompañaron a la Reina de Inglaterra mientras tomaban el té, además de pasar revista a las tropas.
Mediante un comunicado oficial, tanto Downing Street como el Palacio de Buckingham han querido dejar claro que la presencia de Trump en el país no era una visita de Estado, de hecho se trataría únicamente de un viaje de trabajo, en el que, eso sí, la Reina Isabel saludaría al Presdente y a la Primera Dama. Por tanto no quieren dar más importancia al 'desplante'.
Nuevo desplante de Trump
Ahora bien, una visita de Donald Trump no es una visita si el multimillonario no ha hecho antes alguna de las suyas. Y es que el Presidente americano hizo esperar a la Reina Isabel durante más de 10 minutos cuando habían quedado para tomar el té. No contento con eso, se colocó delante de ella mientras ambos pasaban revista a las tropas inglesas y tampoco le hizo la correspondiente genuflexión.