Las condiciones del acuerdo
"Virginia Giuffre y el Príncipe Andrés han llegado a un acuerdo extrajudicial. Las partes lo presentarán una vez que la Señora Giuffre reciba el acuerdo, cuya suma no se da a conocer. El Príncipe Andrés tiene la intención de hacer una donación sustancial a la organización benéfica de la Señora Giuffre en apoyo de los derechos de las víctimas", señala el comunicado, confirmando así que además de una cifra para reparar a la víctima, el Duque de York realiza una donación a Victims Refuse Silence para apoyar a otras personas que hayan sufrido abusos.
"El Príncipe Andrés nunca tuvo la intención de difamar a la Señora Giuffre, y acepta que ella ha sufrido tanto como víctima de abuso como debido a ataques públicos injustos. Se ha demostrado que Jeffrey Epstein traficó a innumerables niñas durante muchos años. El Príncipe Andrés reconoce su asociación con Epstein y elogia la valentía de la Señora Giuffre y otros supervivientes al defenderse a sí mismos y a los demás", añade el comunicado, que incluye una disculpa a Virginia Giuffre, cambiando el discurso beligerante contra ella que usó la defensa para tratar de desestimar la demanda civil que se había interpuesto contra el hijo de la Reina Isabel. Pero hay más en este comunicado, un compromiso que el Duque de York adquiere para que este acuerdo se lleve a cabo y no tenga que enfrentarse a un juicio: "Se compromete a demostrar su arrepentimiento por esta asociación con Epstein apoyando la lucha contra el tráfico sexual y apoyando a sus víctimas", finaliza el comunicado.
Demanda, expulsión real y un acuerdo
De este modo se ha llegado al escenario que parecía más posible desde que el Príncipe Andrés perdió toda esperanza de librarse de esta demanda. Virginia Giuffre había presentado una demanda civil contra el tercer hijo de la Reina Isabel, al que acusaba de haber abusado de ella en tres ocasiones cuando era menor de edad. Después de unas semanas en las que el Duque de York parecía jugar al escondite para no recibir la demanda, finalmente le fue entregada.
El Príncipe Andrés comenzó una dura lucha a través de sus caros abogados para desacreditar a la presunta víctima. Después de agotar todos los cartuchos, la defensa del Duque de York había presentado una moción en la que se pedía que se desestimara la demanda civil debido al acuerdo que Giuffre había firmado en su momento con Jeffrey Epstein, cabecilla junto con Ghislaine Maxwell de una trama de tráfico sexual en la que acabó implicado el Príncipe Andrés, íntimo amigo de ambos. Epstein fue detenido y se suicidó en su celda en agosto de 2019, mientras que Maxwell se escapó, pero fue finalmente arrestada, juzgada y condenada por tráfico sexual de menores.
No salió bien la jugada porque el juez Lewis Caplan rechazó la moción. La Casa Real Británica movió entonces ficha y expulsó al Duque de York, retirándole además todos sus patrocinios reales y el uso del tratamiento de Alteza Real. Se añadía además que defendería este caso como ciudadano privado, desvinculándose completamente de la Casa Real Británica. La caída en desgracia del Príncipe Andrés era total, pero todavía esperaba salir indemne de esta situación.
Mientras crecía la presión sobre un acuerdo extrajudicial que alimentaban todas las partes, Virginia Giuffre esperaba que hubiera admisión de culpa, algo inadmisible para el Duque de York. El tiempo corría en contra del tercer hijo de la Reina, que tendrían que enfrentarse a un interrogatorio primero, y en otoño de 2022 a un juicio. Todo en el año del Jubileo de Diamante de la Reina Isabel, 70 años de reinado que se celebran por todo lo alto en medio del mayor escándalo de la Monarquía británica con permiso de la abdicación de Enrique VIII. Finalmente todo se desactivó y el acuerdo fue posible.