Teniendo en cuenta que paga 1000 libras mensuales por el Royal Lodge, aunque le bajen la asignación todavía podría hacer frente al alquiler de la residencia. Sin embargo, se ha hablado sobre que el Monarca estaría pensando en desalojar a su hermano de la propiedad real en la que vive con su exmujer, Sarah Ferguson, y con Muick y Sandy, los corgis que sobrevivieron a la Reina Isabel. Ante esta posibilidad, el Duque de York se ha plantado.
Además de eso, ha gastado millones de su bolsillo en renovaciones que necesitaba esta propiedad de 30 habitaciones. En concreto, ha pagado 7,5 millones para hacer la residencia más habitable, así que se negaría a marcharse después de haber invertido tanto dinero. El propio Príncipe Andrés cree que Carlos III no le iba a desalojar, pero si lo hiciera, le exigiría que se le devolviera el dinero gastado en la propiedad, o al menos eso señalan esas fuentes cercanas que especulan sobre una hipotética demanda entre hermanos por dinero, algo poco probable pero que se desliza quizás por si acaso.
¿Quién dice que no tiene dinero?
Y mientras se habla de un desalojo que seguramente no llegará, se especula sobre el dinero con el que cuenta el Duque de York. Si tiene una pensión de la Marina y cobra de la Casa Real Británica a pesar de no servir a la Corona, tampoco le va mal. A ello se une el dinero que haya podido amasar anteriormente, las ventas de Sunninghill Park, una residencia que le cedió la Reina Isabel y que vendió por 15 millones de libras, y el chalé de Verbier con el que habría afrontado el pago por su acuerdo con Virginia Giuffre.
Por si fuera poco, habría heredado una importante suma de la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo, a lo que se sumaría la fortuna de Sarah Ferguson, que vive con él en el Royal Lodge y que por tanto se entiende que contribuye financieramente. La Duquesa de York firmó un contrato literario y ha comprado una casa por 4,25 millones de libras en Belgravia, Londres. Esta casa sería para invertir, no para vivir en ella, debido a que le sale mucho más económico seguir en el Royal Lodge, una casa de la discordia que a buen seguro seguirá teniendo como habitantes al Príncipe Andrés y Sarah Ferguson.