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Al Príncipe Andrés le han quitado mucho por el escándalo del Caso Epstein, pero no todo. No solo sigue siendo Duque de York, uno de los títulos más importantes de la Corona, sino que mantiene una pensión de su paso por la Marina, y aunque no tiene funciones desde su expulsión, se dice que recibe 250.000 libras anuales de la Casa Real Británica. A esto se suma que reside en el Royal Lodge, residencia situada en Windsor Great Park por la que paga unas 1000 libras al mes.
El Ducado de York no parece estar en cuestión, pero en lo referente al dinero, la cosa cambia. La prensa británica señaló que a partir de abril de 2023 esa cantidad de 250.000 libras anuales se va a reducir drásticamente. El Rey Carlos ha hecho saber a los miembros de su familia que los fondos tienen que ser recortados y que todos tienen que apretarse el cinturón. Y si todos deben hacerlo, con mayor motivo en el caso del royal caído en desgracia y que no representa a la Casa Real Británica.
Teniendo en cuenta que paga 1000 libras mensuales por el Royal Lodge, aunque le bajen la asignación todavía podría hacer frente al alquiler de la residencia. Sin embargo, se ha hablado sobre que el Monarca estaría pensando en desalojar a su hermano de la propiedad real en la que vive con su exmujer, Sarah Ferguson, y con Muick y Sandy, los corgis que sobrevivieron a la Reina Isabel. Ante esta posibilidad, el Duque de York se ha plantado.
Como señala The Mirror, el Príncipe Andrés habría comentado a personas cercanas que no hay posibilidad alguna de que se marche del Royal Lodge. Si bien no es suya, sino de la Corona, y que paga un alquiler por ella, el Príncipe Andrés firmó en 2003 un arrendamiento por 75 años. En el momento de estos rumores sobre dinero e idas y venidas, le quedarían 55 años por delante. Teniendo en cuenta que el Duque de York nació en 1960, eso le garantizaría pasar el resto de su vida en el Royal Lodge.
Además de eso, ha gastado millones de su bolsillo en renovaciones que necesitaba esta propiedad de 30 habitaciones. En concreto, ha pagado 7,5 millones para hacer la residencia más habitable, así que se negaría a marcharse después de haber invertido tanto dinero. El propio Príncipe Andrés cree que Carlos III no le iba a desalojar, pero si lo hiciera, le exigiría que se le devolviera el dinero gastado en la propiedad, o al menos eso señalan esas fuentes cercanas que especulan sobre una hipotética demanda entre hermanos por dinero, algo poco probable pero que se desliza quizás por si acaso.
¿Quién dice que no tiene dinero?
Y mientras se habla de un desalojo que seguramente no llegará, se especula sobre el dinero con el que cuenta el Duque de York. Si tiene una pensión de la Marina y cobra de la Casa Real Británica a pesar de no servir a la Corona, tampoco le va mal. A ello se une el dinero que haya podido amasar anteriormente, las ventas de Sunninghill Park, una residencia que le cedió la Reina Isabel y que vendió por 15 millones de libras, y el chalé de Verbier con el que habría afrontado el pago por su acuerdo con Virginia Giuffre.
Por si fuera poco, habría heredado una importante suma de la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo, a lo que se sumaría la fortuna de Sarah Ferguson, que vive con él en el Royal Lodge y que por tanto se entiende que contribuye financieramente. La Duquesa de York firmó un contrato literario y ha comprado una casa por 4,25 millones de libras en Belgravia, Londres. Esta casa sería para invertir, no para vivir en ella, debido a que le sale mucho más económico seguir en el Royal Lodge, una casa de la discordia que a buen seguro seguirá teniendo como habitantes al Príncipe Andrés y Sarah Ferguson.