Galería: El Príncipe Andrés en imágenes
El Príncipe Andrés sigue tratando de volver a la vida real después de que la Reina Isabel II le quitara sus funciones oficiales y algunas ventajas más tras el escándalo de Jeffrey Epstein por el que el Príncipe fue acusado por Virginia Giuffre de abuso sexual hasta en tres ocasiones. Aunque la Reina fue firme con su decisión, parece que el Príncipe quiere tener un papel más importante dentro de la Casa Real Británica.
Por ello, este ha visitado a la Reina Isabel en el Castillo de Balmoral, en las Tierras Altas de Escocia, en el que se encuentra pasando sus vacaciones durante el mes de agosto. Así, el Príncipe ha tenido una reunión privada y extensa con su madre para solicitar un nuevo puesto al que poder dedicarse. Unas conversaciones que se habrían alargado tres días y de las que, por el momento, no hay noticias.
Una fuente cercana al Príncipe informó de esta situación a The Sun: "Es un hombre de 62 años y sabe que no puede pasar el resto de sus días sentado en el Royal Lodge en Windsor, paseando a sus perros y montando a caballo ", ha explicado dando el motivo principal de la decisión que ha tomado el Príncipe Andrés. Así, según informa otra fuente, ya que no fue condenado por ningún delito, quiere encontrar un camino para volver a sus funciones.
Además, parece que el problema vendría más allá de la decisión y la palabra directa de la Reina Isabel. El Príncipe Carlos y el Príncipe Guillermo estarían muy lejos de dar su visto bueno al regreso del Príncipe Andrés como figura real con funciones: "Espera que la Reina pueda influir en el Príncipe Carlos y el Príncipe Guillermo, quienes no ven un camino de regreso para él", ha añadido la fuente.
Un alto coste oficial
Esta noticia sobre el intento de regreso del Príncipe a los miembros de la Casa Real que tienen trabajo viene después de que saliera a la luz la polémica cantidad de dinero que cuesta la protección oficial del Príncipe Andrés. Ya que, aunque la Reina le despojó de sus funciones, no eliminó la posibilidad de contar con protección real, algo de lo que, tras revisarse oficialmente, todavía seguirá gozando.