Al parecer, el hijo de la Reina Isabel II estaba "frustrado" con el avión que la había proporcionado la RAF (Royal Air Force) y por eso decidió utilizar un avión privado de 14 plazas, propiedad del empresario David Rowland, con el que realizó al menos cinco viajes oficiales. El coste de los viajes que realizó el Príncipe Andrés en el Global Express podrían haber llegado a costar hasta 7.600 libras por hora. Además, el Duque de York se aseguró de que el avión tuviera las medidas de seguridad necesarias para proteger a un miembro de la Casa Real Británica.
La Casa Real ha hablado
El Palacio de Buckingham se ha pronunciado al respecto y han asegurado que el coste de dicho avión no ha salido del dinero público. Sin embargo, no han querido revelar la procedencia de la financiación de dichos vuelos y de la seguridad contratada, simplemente han dicho que se trataba de un asunto "privado". La Casa Real Británica tampoco ha querido revelar el nombre del miembro que contrató e hizo uso de dicho avión, pero según el diario The Mail on Sunday, los correos eléctronicos revelan que fue el Príncipe Andrés.