La Princesa Victoria de Suecia ha acudido a la entrega de la nueva bandera del Regimiento Anfibio de Älvsborg uniformada. Junto a varios miembros del ejército del país, la Princesa ha desfilado para recoger la nueva bandera que posteriormente se ha encargado de entregar a uno de los líderes de la milicia.
La heredera al trono de Suecia entró en 2003 al ejército para cumplir con el servicio militar, convirtiéndose en la primera princesa en realizar algo semejante. Casi 20 años después, la Princesa ya es toda una militar con su servicio cumplimentado, por lo que puede participar como una soldado más en los actos organizados por el ejército. Su servicio lo realizó en el cuartel de Swedint, en Almnäs y es, junto a la Princesa Elisabeth de Bélgica, la única otra royal que ha cumplimentado el servicio militar, algo que podría realizar la Princesa Leonor en los próximos años.
La hija de los Reyes de Bélgica se alistó en la Royal Military Academy para convertirse en toda una boina azul a sus 20 años. En cuanto a Victoria de Suecia, no es la primera vez que se enfunda en su uniforme tras haber cumplido con su país. Después de convertirse en soldado a los 26 años, la heredera al trono sueco se ha dejado ver en diversas ocasiones vestida como una soldado más y realizando maniobras junto al resto de militares.
En 2021, participó en unos ejercicios militares con la Guardia Nacional de Suecia donde se dejó ver poniendo en práctica todos los conocimientos y técnicas que adquirió durante su servicio. En esa ocasión, al igual que ahora, la Princesa Victoria de Suecia no perdió en ningún momento la sonrisa que tanto la caracteriza, y es que no importa la situación en la que se encuentre o el momento que sea, la heredera al trono siempre se muestra sonriente y luciendo una preciosa sonrisa que anima a todos a su alrededor.
Una Princesa poco convencional
Victoria de Suecia siempre se ha caracterizado por ser un espíritu indomable y por seguir los dictados de su corazón, algo que la convertirá en una gran Reina llegado el momento. La unión con su marido, Daniel de Suecia, provocó un gran revuelo entre los sectores más conservadores suecos. La relación entre su heredera al trono y un plebeyo no alegró a muchos y la pareja tuvo que esperarse casi una década para poder darse el sí quiero y evitar así problemas mayores. Sin embargo, la pareja por fin ha conseguido vivir feliz y disfrutar de su relación y de sus dos hijos, Estela y Óscar de Suecia.