La Princesa Magdalena de Suecia y Chris O'Neill ya están casados de forma oficial. Estocolmo vivió un día de fiesta lleno de sonrisas. La pareja estuvo en todo momento arropada por sus familias y un gran número de invitados de alta alcurnia, que no se quisieron perder las celebraciones posteriores a la ceremonia.
Los recién casados subieron a un carruaje que les paseó por el casco antiguo de la ciudad, una vez terminados los ritos en la capilla del Palacio Real. A lo largo de todo el recorrido les esperaban miles de personas, deseosos de ver más de cerca a la feliz pareja y desearles suerte en su nueva etapa como marido y mujer. Ellos les correspondieron con amplias sonrisas y efusivos saludos.
De carruajes a navíos
La calesa les llevó a un barco, donde comenzaba la fiesta con un cóctel. El navío les trasladó al Palacio de Drottningholm, donde tuvo lugar el banquete. Antes de eso, Magdalena de Suecia y Chris O'Neill posaron acompañados por todos los invitados en una bonita fotografía para el recuerdo.
Los 400 asistentes de la boda, entre los que se encontraba el español Luis Medina, pudieron disfrutar de un menú a cargo del chef Stefano Catenacci. Pudieron degustar, por ejemplo, una trucha asalmonada al horno, una ternera asada a la mostaza y salsa de sidra, o una selección de cuatro vinos. Con esta copiosa cena terminaba un día intenso, lleno de emociones, y seguramente inolvidable para la Familia Real sueca.