Galería: La Familia Real Sueca en imágenes
La Princesa Magdalena de Suecia sigue dando quebraderos de cabeza a la Casa Real por su comportamiento. Su regreso al país escandinavo desde Nueva York fue una inyección de buena imagen para la hija de los Reyes, ya que los ciudadanos entendían que si Magdalena de Suecia vivía de sus impuestos, tiene sentido que trabaje en nombre de su país y resida dentro de sus fronteras.
Sin embargo, su estancia en Suecia solo ha sido de unos meses, ya que tras ser madre de su segundo hijo y pasar unos meses en su país, se prepara para su nueva vida en Londres, donde residirá con su marido, Chris O'Neill, y sus hijos Leonor y Nicolás. El motivo es que los negocios del financiero provocan que tenga que residir en la capital británica, y no quiere estar lejos de su familia.
Mucho gasto para poco uso
Aunque finalmente se ha aceptado que la Duquesa Hälsingland y Gästrikland se marche a Reino Unido con su familia, un nuevo escándalo planea sobre la cabeza de la antaño llamada 'Party Princess'. Según informa Aftonbladet, los Bernadotte-O'Neill se mudarán a un piso a todo lujo en el barrio londinense de Belgravia, donde se alojan muchas grandes fortunas, lo que se ha visto como un despilfarro excesivo para una pareja que por su posición debería dar ejemplo.
Los problemas se acumulan para la hija de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, ya que como informa Vanitatis, una nueva información señala que Magdalena se gastó 750.000 euros en decorar el apartamento de Estocolmo en el que vivió durante el tiempo que pasó en su país tras abandonar Estados Unidos.
Este dinero pagado por los suecos estaría bien gastado si la Princesa fuera a vivir en este domicilio, pero como se marcha a Londres, para los ciudadanos es una vergüenza y un derroche. Quizá logre reconciliarse con su 'pueblo' con su asistencia a la apertura del Parlamento y con el bautizo de su hijo Nicolás, que recibirá el sacramento el 11 de octubre en Estocolmo.