La Princesa de Asturias y la Reina Sofia se han vuelto a dejar ver cómplices y unidas, pero sin el forzado gesto de ir de la mano.
Si bien es cierto que Pilar Eyre ya había advertido de que la relación entre la Reina Sofía y sus únicas nietas con título regio no era nada fluida, algo de lo que habló en una entrevista con Bekia, la confirmación que hacía falta se vio en el rifirrafe entre la Reina Letizia y la Reina Sofía a la salida de la Misa del Domingo de Pascua en la Catedral de Palma.Desde entonces, Casa Real organizó un plan para que la sociedad española viera que la relación entre suegra y nuera no era como había parecido tras el choque de Reinas, lo que se ha extendido también a la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, que ahora no se separan de su abuela.
Sea un paripé o no, lo cierto es que lo que más chirriaba era ver a una preadolescente de 12 años siempre de la mano de su abuela. Quizás en alguna ocasión era posible, e incluso bonito que abuela y nieta fuera de la mano, pero Mallorca ha sido la gota que ha colmado el vaso. Después de la visita al Mercat de l'Oliva, donde iban de la mano, o del brazo, ya que la Reina Sofía estaba ocupada con su ventilador portátil, llegó el concierto de Ara Malikian, y ocurrió lo mismo.Juntas, pero no de la mano
Y entonces llegó el final de la Copa del Rey de Vela 2018, y con ella una cena en Portixol a la que asistieron los Reyes Felipe y Letizia, la Princesa Leonor, la Infanta Sofía, la Reina Sofía, la Infanta Elena y sus hijos, Felipe y Victoria de Marichalar. Y allí, la Reina Emérita caminaba junto a la Princesa de Asturias, pero al menos ya no iban de la mano y tenían una pose más relajada y normal, aunque en un momento dado sí que la madre del Rey agarró a la Heredera y pasó su brazo por el hombre.
Hubo gestos de cariño y complicidad entre abuela y nieta para que quede todavía más claro que el amor no es solo unidireccional y que la que está llamada a ser Reina de España siente adoración por la Reina Sofía. Eso está bien, y que sean cariñosas en público está bien y es necesario para seguir dando buena imagen, que es de lo que se trata, pero no hace falta que vayan siempre de la mano. La clave es la naturalidad y que resulte creíble.