Cuando terminó el acto religioso en el que la Princesa Leonor tomó su Primera Comunión en la Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Aravaca, la niña posó para los fotógrafos junto al resto de sus familiares y comentó que estaba muy nerviosa antes de comulgar y que ahora lo iba a celebrar en casa, es decir, en La Zarzuela.
Se esperaba que allí estuvieron no solo los Reyes Felipe y Letizia, la Infanta Sofía, los Reyes Juan Carlos y Sofía, Jesús Ortiz, Paloma Rocasolano, Menchu Álvarez del Valle y Ana Togores, sino otros familiares de la Princesa de Asturias como sus tías la Infanta Elena y Telma Ortiz o sus primos Froilán, Victoria y Amanda. Se descartaba la presencia de la Infanta Cristina y sus hijos, y más todavía la de Iñaki Urdangarín, prácticamente declarado persona non-grata en el recinto de La Zarzuela.
Sin embargo, la sorpresa ha sido mayúscula al descubrir que hubo dos invitadas inesperadas. Vanitatis publica que la Infanta Cristina y su hija Irene Urdangarín sí estuvieron en la fiesta con la que los Reyes obsequiaron a la Princesa de Asturias por su Primera Comunión. Los hijos varones de Cristina de Borbón se quedaron en Ginebra, ya que están de exámenes.
La amistad entre la Princesa Leonor e Irene Urdangarín
Al parecer, la nula relación entre Don Felipe y Doña Letizia y los Duques de Palma no ha afectado a la sintonía que existe entre la Princesa Leonor e Irene Urdangarín, que tienen exactamente la misma edad, por lo que aunque se ven poco, es fácil que hayan intimado por ejemplo en sus veranos conjuntos en Marivent, donde han coincidido algunos días en estos últimos años.
Este gesto quizás podría ser tomado como un perdón de los Reyes hacia los Duques de Palma, pero nada más lejos de la realidad, ya que el Monarca quiere desligarse totalmente del escándalo que socavó los cimientos de la Casa Real. Así, se ha tomado esta invitación como un detalle hacia Irene Urdangarín, que no tiene culpa de los errores de sus padres.