Pues bien, en esta ocasión los Reyes Felipe y Letizia han acudido junto a sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, al Centro de Recepción, Acogida y Derivación, situado en Pozuelo de Alarcón, donde se está acogiendo a refugiados ucranianos que huyen del horror de la guerra. Hasta el lugar, la Familia Real ha acudido con las mascarillas puestas, incluso en el exterior, pero se entiende que las lleven dentro por la proximidad que han tenido con las personas.
Todos los ojos estaban puestos en la Princesa Leonor y no ha defraudado. Además, se nota quién le aconseja y le ayuda en temas de estilismo, pues la Princesa ha lucido una camisa blanca con bordados negros tradicional de Ucrania, algo que ya hizo su madre hace unas semanas. Los cuatro se han interesado por todo lo que se hace en este centro que ayuda a tantas personas en un momento tan complicado.
Naturalidad y cariño
La Princesa Leonor se ha mostrado bastante resuelta ante la situación, hablando con niños y niñas que no dudaban en mostrarle sus dibujos. La Reina Letizia ha dejado todo el protagonismo a su hija, pues era su reaparición, pero se ha informado muy bien de la labor de este centro. El Rey Felipe también ha protagonizado imágenes entrañables mostrándose muy cercano con un bebé que jugaba con un coche en el suelo. Cabe destacar también la complicidad que la Princesa Leonor tiene con su hermana Sofía, quien seguro la extraña mucho durante sus meses de ausencia.