Galería: La Princesa Leonor en imágenes
El 31 de octubre de 2005, España fue testigo del nacimiento de su futura Reina. Aquel día llegó al mundo Leonor de Borbón y Ortiz, primogénita de los entonces Príncipes Felipe y Letizia. Dado que la Constitución Española de 1978 establece que en la sucesión al trono prevalece el varón sobre la mujer, la posibilidad de que tuvieran un hijo apartaría a la entonces Infanta de sus aspiraciones al trono. Sin embargo, la duda se disipó el 29 de abril de 2007, cuando nació la Infanta Sofía, segunda y última hija de los actuales monarcas españoles. Gracias a ello, se allanó el camino de su hermana Leonor a la corona, la misma que un día también se ciñeron Urraca I de León, Isabel I de Castilla, Juana I o Isabel II, todas ellas Reinas titulares de la historia de España por derecho propio.
Una vez que su padre ascendió al trono en junio de 2014, Leonor pasó de ser Infanta de España a convertirse en Princesa de Asturias, Gerona y Viana, títulos que la reconocieron como heredera de Felipe VI y que la colocaron en primera posición en la línea de sucesión. Sin embargo, en aquel momento solo contaba con nueve años, por lo que sus obligaciones con el país han ido llegando paulatinamente, destacando que su primer discurso lo ofreció en 2019 durante la entrega de los Premios Princesa de Asturias, donde prometió que " serviré a España con entrega ". Sin embargo, próximamente protagonizará otro momento fundamental en su vida; en el momento el que cumpla 18 años, el 31 de octubre de 2023, la Princesa Leonor habrá alcanzado la mayoría de edad y deberá acudir a las Cortes Generales para jurar la Constitución, de la misma forma que hiciera su padre en 1986, juramento que repitió el día de su proclamación como Rey de España el 19 de junio de 2014.
Un acto político en una Monarquía parlamentaria
La Monarquía española, a diferencia de otras Casas Reales como la británica, nunca se ha caracterizado a lo largo de su historia por desarrollar acontecimientos en los que poder demostrar su exuberancia, ya que, de hecho, ni al Monarca se le corona desde el siglo XV, solamente se le proclama. Por tanto, son pocos los actos en los que se puede ver un verdadero despliegue de poder real, siendo posiblemente el más destacado de todos el de la entrega de las credenciales de los embajadores extranjeros en España al Rey. Este momento, que se produce con cierta frecuencia, implica que los representantes son trasladados hasta el Palacio Real de Madrid en históricos carruajes y acompañados de los Alabarderos, recordando, sin duda, a tiempos pasados. Algo similar ocurre con el cambio de la Guardia Real cada primer miércoles de mes, cuando miles de curiosos se agolpan en el patio del palacio para ver el que se ha convertido en un auténtico espectáculo turístico.
Por su parte, los acontecimientos más personales y familiares de la Corona española no gozan de esta pompa. Sin ir más lejos, la proclamación real de Felipe VI, el más reciente e importante, se limitó a ser un acto de carácter político y protocolario, propio de una Monarquía parlamentaria como es la española, de acuerdo con el artículo 1 del propio texto constitucional. Los símbolos reales, es decir, el cetro y la corona, procedentes respectivamente de los reinados de Carlos II y Carlos III, estuvieron presentes durante el momento en que se proclamó oficialmente Rey ante la sede del Congreso de los Diputados, siendo las únicas joyas que salieron de palacio para la jornada, pues ni la Reina Letizia lució alguna de las tiaras propiedad de la Familia Real.
La sencillez fue la máxima de aquella trascendental ceremonia que se celebró en el Palacio de las Cortes el 19 de junio de 2014, en la que ni siquiera hubo representación de otras Casas Reales del mundo, como podría esperarse, a fin de evitar la opulencia de la que se alejan históricamente los monarcas españoles. Por tanto, la ciudadanía no puede esperar que la jura de la Constitución que tendrá que llevar la Princesa Leonor al alcanzar la mayoría de edad en 2023 siga unas líneas diferentes a las de la proclamación real de su padre; de hecho, el antecedente de este acto se encuentra precisamente en el mismo juramento que llevó a cabo el propio Felipe VI en 1986, cuando todavía era Príncipe heredero, por lo que, posiblemente, tanto Zarzuela como Moncloa diseñarán el operativo protocolario inspirándose en aquel acto.
La evolución de la jura de los herederos al trono
" 1. El Rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas. 2. El Príncipe heredero, al alcanzar la mayoría de edad, y el Regente o Regentes al hacerse cargo de sus funciones, prestarán el mismo juramento, así como el de fidelidad al Rey ", reza el artículo 61 de la Constitución Española de 1978. La Carta Magna hace un guiño con este precepto a una tradición que se remontaba a los albores de la Edad Media, pero que cobró especial relevancia con la llegada de los Austrias. Felipe II fue reconocido como príncipe heredero cuando tenía solo un año, en 1528, en una ceremonia celebrada en la Iglesia de los Jerónimos, en Madrid, que se convirtió en sede del juramento que nobles, clérigos y prelados hacían al que sería futuro Monarca, desde entonces y hasta el siglo XIX.
Aunque Isabel II fue reconocida como Princesa heredera en 1833, tres años después de su nacimiento, tras la muerte de su padre, Fernando VII, y al alcanzar la mayoría de edad, se instauró la tradición de jurar la Constitución vigente en ese momento. La de la 'Reina de los Tristes Destinos' se celebró en la sede del Senado, aunque esa ubicación cambiaría con la construcción del Palacio de las Cortes, en la Carrera de San Jerónimo, donde se reúne actualmente el Congreso de los Diputados. Allí se llevó a cabo, precisamente, la jura del texto constitucional de 1876 por la regente María Cristina, así como la de su hijo, el Rey Alfonso XIII, que alcanzó la mayoría de edad, entonces a los 16 años, en 1902, llevando a cabo el juramento, a pesar de que fuera ya Rey desde su nacimiento, en lugar de príncipe.
En definitiva, la Monarquía española había evolucionado de unas juras de claro carácter religioso y simbólico, que aceptaban simplemente la existencia de un príncipe o princesa heredera, a un acto político y civil que tenía por finalidad no solo reconocer la futura sucesión al trono, sino también mantener la estabilidad política en torno a un texto constitucional que el futuro monarca prometía respetar. En 1986, las Cortes Generales, reunidas en el palacio de la Carrera de San Jerónimo, volvieron a reunirse para cumplir con la historia y el artículo 61 de la Constitución Española de 1978, contemplando la jura del texto por parte de Felipe de Borbón y Grecia, Príncipe de Asturias, Gerona y Viana. Treinta y siete años después, presenciarán nuevamente este momento.
La jura de Leonor, ¿2023 o 2024?
Aunque por el momento son escasos los datos que han trascendido de cómo será la jura de la Constitución por parte de la Princesa Leonor cuando cumpla los 18 años, se trata de un tema que ha comenzado a estar de actualidad conforme se acerca esta especial fecha para la heredera de Felipe VI. Preguntas como la fecha son algunas de las que ya han comenzado a hacerse periodistas y expertos en Casa Real. De hecho, en agosto de 2022, el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue preguntado sobre este acontecimiento después de que la Secretaria de Acción Institucional y coportavoz de Podemos, María Teresa Pérez, calificara de "medieval" este acto, aunque el partido aseguró que acudirá a la ceremonia. El jefe del Ejecutivo afirmó entonces que las Cortes Generales cumplirán con el artículo 61.2 de la Carta Magna, pero aprovechó también para asegurar que no interferirá en el calendario electoral.
Las declaraciones de Sánchez se referían a que, dado que a finales de 2023 los españoles deberán acudir a elecciones generales, cuando la Princesa Leonor cumpla 18 años estarán disueltas las Cortes Generales. El Gobierno de coalición siempre ha insistido en que agotará la legislatura, por lo que no parece probable que se vayan a adelantar los comicios para que el 31 de octubre de 2023, coincidiendo con la onomástica de la heredera, las nuevas Cámaras estén formadas para cumplir con su obligación constitucional. Por ello, aunque Felipe VI llevó a cabo este acto el mismo día de su decimoctavo cumpleaños, el 30 de enero de 1986, parece que su hija tendrá que hacerlo a comienzos de 2024, como así planteaban desde la Moncloa en verano de 2022. Lo cierto es que la Constitución únicamente establece la obligación de que, cuando sea mayor de edad el heredero de la Corona, acuda a las Cortes a jurar el texto, pero sin concretar el momento exacto.
Así podría ser la jura de la Princesa Leonor
La Princesa de Asturias, Gerona y Viana confirmará su compromiso con España al jurar la Constitución de 1978 ante las Cortes Generales, que se reunirán en sesión conjunta en el Palacio de las Cortes, la sede del Congreso de los Diputados en la Carrera de San Jerónimo. Se trata de uno de los actos más importantes de la Corona de España, prácticamente a la altura de la proclamación de Felipe VI, por lo que, con total seguridad, el Palacio de la Zarzuela diseñará un gran dispositivo protocolario que podría asemejarse al operativo que se llevó a cabo en 1986 con el actual Rey.
El 29 de enero de 1986, un día antes de la jura de la Constitución, el entonces Príncipe Felipe ofreció su primer mensaje televisado a través de Televisión Española, donde pidió " a todos que me presten su aliento para ayudarme a ser digno heredero de la Corona de España ". En aquella intervención, el sucesor de Juan Carlos I vestía uniforme militar, porque ya había comenzado su instrucción, y, de seguir esta misma estrategia, Leonor podría imitar a su padre, puesto que ya está confirmado que su formación castrense comenzará en otoño de 2023, pasando por las tres academias militares para, posteriormente, llevar a cabo sus estudios de Derecho.
El mismo día de la jura de la Constitución por parte de Felipe VI, se organizó un gran desfile desde el Palacio Real de Madrid hasta la sede del Congreso de los Diputados. Una vez llegaron al histórico edificio, se pudo ver a la Familia Real al completo, quedando la duda de si esta estampa volverá a producirse con la mayoría de edad de Leonor, ya que implicaría el regreso del Rey emérito desde Abu Dabi. De lo que no cabe duda es que la Princesa irá vestida de civil y luciendo la insignia del Toisón de Oro, como también ocurriera en 1986, y lo que supone una diferencia respecto de la proclamación real en 2014, cuando el Rey lució uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra.
" Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas, así como fidelidad al Rey ", serán las palabras que pronuncie la Princesa Leonor cuando se encuentre delante de los grandes poderes del Estado, reunidos en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, para cumplir con el artículo 61.2 del propio texto constitucional. Posteriormente, es probable que, al igual que se hizo en 1986, se trasladen los participantes de la ceremonia hasta el Palacio Real, donde se celebraría una gran recepción.
Otra incógnita es si el Gobierno de la Nación, aprovechando esta histórica ocasión, concederá a la primogénita de Felipe VI y Letizia el Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, la orden civil más importante en España, ya que esto fue lo mismo que hizo con su padre el Ejecutivo liderado entonces por Felipe González el 30 de enero de 1986. Aunque todavía son todo conjeturas, la hoja de ruta de la jura de la Constitución de la heredera al trono no distará demasiado de lo que se hizo treinta y siete años atrás. Lo que es seguro es que Leonor de Borbón y Ortiz, Princesa de Asturias, de Gerona y de Viana, y Duquesa de Montblanch, Condesa de Cervera y Señora de Balaguer, será la segunda heredera que jurará la Constitución Española de 1978, la misma que, todavía hoy, le apartaría del trono si tuviera un hermano.