La Princesa Leonor y la Infanta Sofía tienen pocas apariciones oficiales con el objetivo de que tengan una infancia y adolescencia lo más normal posible pese a su posición. De ellas se conocen varias de sus aficiones, aunque su personalidad no es del todo conocida por los españoles, esos a los que están llamadas a representar en pocos años.
Una de ellas parece ser la cocina, o al menos eso se desprende de su última salida privada. Como señala Monarquía Confidencial, las hijas de los Reyes se desplazaron al restaurante DSTAgE de Chueca (Madrid) para asistir a un curso de cocina para niños de entre 8 y 12 años.
No les gusta la nata
Aunque se intentó dar normalidad, lo cierto es que los padres de los demás niños notaron cosas raras. La organización advirtió que los niños debían ser extremadamente puntuales, y los padres tuvieron que despedirse de sus hijos en el hall del restaurante.
La causa fue revelada por varios de los niños que acudieron al curso, que dejaron a sus padres estupefactos al enterarse de que la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía habían formado parte del curso de cocina. Las niñas se mostraron muy simpáticas con el resto de sus compañeros y se lo pasaron muy bien, aunque en su caso no estuvieron solas, ya que una mujer estuvo pendiente de ellas desde un rincón de la cocina desde donde vigilaba que nada les pasara. Los asistentes al curso cocinaron tartas, momento en el que las hijas de los Reyes comentaron que no les gusta la nata.
Terminado el curso, la organización pidió a los niños que fueran rápidos al salir. Una vez se fueron todos, Doña Leonor y Doña Sofía se montaron en un coche para volver a La Zarzuela.