La Princesa de Asturias comentó que le había parecido muy divertido, una escueta respuesta que Don Felipe intentó que ampliara sin éxito. Ante las cuestiones sobre si se habían divertido más el año pasado que este, la Princesa Leonor dijo tímidamente que sí, mientras la Infanta Sofía realizó un gesto que podía interpretarse como que más o menos igual (de bien). El motivo es que ya conocían a niños y niñas que habían estado el verano anterior, por lo que pudieron reencontrarse con gente con la que ya habían tenido trato. Sobre si volverán, las dos dijeron que era pronto para saberlo, a lo que el Monarca añadió que habrá que negociarlo.
Han aprendido en Estados Unidos
De este modo se confirma que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía se han iniciado ya en el deporte favorito de la Familia Real, una disciplina a la que no se habían lanzado en Mallorca, como sí habían hecho sus primos Marichalar y Urdangarin cuando eran pequeños. Ellas, sea por voluntad propia o paterna, se habían resistido a ir a los cursos en Calanova, pero finalmente en Estados Unidos, lejos de los fotógrafos y liberadas de la presión mediática, han aprendido.