La Princesa Leonor y la Infanta Sofía todavía no se manejan con soltura ante las cámaras. No son muchas sus apariciones públicas, y menos aún en las que tienen que hablar ante la prensa, por lo que cuando les toca hacerlo, y debido también a su corta edad, no son demasiado elocuentes.
La Princesa Leonor y la Infanta Sofía, muy cómplices en su posado de verano 2019 en MariventDurante el posado de verano realizado por la Familia Real en los jardines de Marivent, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía tomaron la palabra momentáneamente al ser preguntadas por cómo había sido su estancia en el campamento de verano de Estados Unidos en el que han pasado el mes de julio de 2019.
La Princesa de Asturias comentó que le había parecido muy divertido, una escueta respuesta que Don Felipe intentó que ampliara sin éxito. Ante las cuestiones sobre si se habían divertido más el año pasado que este, la Princesa Leonor dijo tímidamente que sí, mientras la Infanta Sofía realizó un gesto que podía interpretarse como que más o menos igual (de bien). El motivo es que ya conocían a niños y niñas que habían estado el verano anterior, por lo que pudieron reencontrarse con gente con la que ya habían tenido trato. Sobre si volverán, las dos dijeron que era pronto para saberlo, a lo que el Monarca añadió que habrá que negociarlo.
Han aprendido en Estados Unidos
Preguntadas por si ya navegaban, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía han reconocido que han aprendido ya a practicar la vela. El Rey señaló también que es uno de los deportes que han realizado durante su estancia en Estados Unidos. De momento son cautas y no se han atrevido a puntualizar si lo hacen tan bien como su padre, aunque es posible que tengan mucho que mejorar.
La Princesa Leonor y la Infanta Sofía, muy sonrientes en su posado de verano 2019 en MariventDe este modo se confirma que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía se han iniciado ya en el deporte favorito de la Familia Real, una disciplina a la que no se habían lanzado en Mallorca, como sí habían hecho sus primos Marichalar y Urdangarin cuando eran pequeños. Ellas, sea por voluntad propia o paterna, se habían resistido a ir a los cursos en Calanova, pero finalmente en Estados Unidos, lejos de los fotógrafos y liberadas de la presión mediática, han aprendido.
