Los habitantes del Imperio del Sol Naciente tienen costumbres y tradiciones muy diferentes a los occidentales. Si en casi todos los países europeos la mayoría de edad legal se alcanza a los 18 años, en Japón no se entra en la edad adulta hasta pasadas las dos décadas. El pasado 29 de diciembre, Kako de Japón, nieta de los emperadores del país, Akihito y Michiko, cumplió 20 años, fecha señalada en el calendario como el momento en que la joven comenzaría a protagonizar sus propios actos oficiales.
Para poder sobrellevar esta carga y contar con el beneplácito y apoyo de sus antepasados, en Japón es tradición que el primero de estos trabajos sea visitar el Mausoleo Imperial Musashi, en Hachioji, a unos 40 km de Tokio. Hasta allí se desplazó Kako, en la más absoluta soledad, con un respetuoso kimono negro estampado y un discreto sombrero. Debido al mal tiempo, durante su visita a las tumbas de sus familiares fallecidos tuvo que hacer uso de un paraguas.
Una agenda cargada de eventos
Kako de Japón vivió uno de los momentos más importantes de su vida el día de su 20º cumpleaños. La hija mediana del príncipe Akishino y la princesa Kako acudió a la conferencia de prensa que marcaba su entrada en la agenda oficial con el tradicional traje blanco y una tiara de diamantes. " Debo cumplir con mis deberes y poner esmero en cada tarea que me es encomendada en lugar de centrarme en si estoy interesada en ella ", dijo en su intervención en el acto.
Aunque de manera extraoficial, en los últimos meses la integrante activa más joven de la Familia Real japonesa ha ido dejándose ver en los actos oficiales. Durante las celebraciones de Año Nuevo, la joven ocupó su hueco en el balcón del palacio imperial y asistió a la tradicional lectura de poesía, donde ella y sus familiares recitan sus propias creaciones.