La MonarquÃa es hereditaria, lo que implica que los PrÃncipes Herederos y Reales tienen el deber de traer hijos al mundo que aseguren la continuidad de la dinastÃa histórica que reine en cada paÃs. El siglo XXI ha sido especialmente prolÃfico en cuanto a natalidad se refiere en todas las Cortes de Europa, y aunque en 2015 no ha habido un verdadero baby boom, lo cierto es que la realeza del Viejo Continente sigue celebrando los nacimientos de nuevos miembros del Gotha.
Carlota de Cambridge, una hermanita para el PrÃncipe Jorge
El bebé más esperado de sangre azul fue el que acogÃa en su vientre la Duquesa de Cambridge. Tras un embarazo complicado debido a la hiperémesis gravÃdica, aunque más suave que cuando gestó al PrÃncipe Jorge, Kate Middleton dio a luz a una niña que vino al mundo a las 08:34 horas de la mañana del 2 de mayo de 2015. La criatura nació en el Hospital St. Mary de Londres en el que su madre fue ingresada pocas horas antes, por lo que el parto fue rápido y transcurrió con total normalidad. La niña pesó 3 kilos y 713 gramos y recibió los nombres de Carlota Isabel Diana.
La ceremonia en la que fue cristianada se celebró el 5 de julio en la iglesia de Santa MarÃa Magdalena de Sandringham, la misma en la que fue bautizada su difunta abuela, Lady Di, en 1961. El sacramento contó con la presencia de tan solo una veintena de personas, y que destacó por la simpatÃa del PrÃncipe Jorge y por la ausencia del PrÃncipe Harry, quien tampoco estaba en Londres cuando nació su sobrina.
Desde el bautizo han sido pocas las ocasiones en las que Carlota Isabel Diana se ha dejado ver, tan solo un par de sesiones fotográficas, una de ellas con motivo de su sexto mes de vida, y la última para felicitar la Navidad en compañÃa de sus padres y su hermano Jorge. Quizás en 2016 pueda participar en un viaje oficial, como hizo el PrÃncipe Jorge cuando tenÃa 9 meses.
El baby boom de la Familia Real Sueca
Suecia está viviendo años de gran fertilidad. En 2012 nació la primera nieta de los Reyes, la Princesa Estela, en 2014 la segunda, la Princesa Leonor, mientras que en 2015 vino al mundo el PrÃncipe Nicolás, segundo hijo de la Princesa Magdalena y Chris O'Neill. La Duquesa de Hälsingland y Gästrikland se quedó embarazada un poco antes de su boda con O'Neill, y una vez que tuvo a Leonor no esperó mucho para volver a quedarse encinta. Finalmente, el 15 de junio de 2015 a las 13:45 horas, la hija menor de los Reyes de Suecia dio a luz a un varón sano en el hospital Danderyd de Estocolmo. La fecha fue llamativa, ya que tan solo dos dÃas antes, Magdalena habÃa asistido a la boda de su hermano Carlos Felipe con Sofia Hellqvist.
Como es tradición en la Corte de los Bernardotte, la Casa Real distribuyó las primeras imágenes del pequeño un dÃa después de su nacimiento. Cuando el bebé tenÃa dos dÃas, el Rey Carlos XVI Gustavo dio a conocer los nombres y los tÃtulos de su primer nieto varón. El bebé se llama Nicolás Pablo Gustavo, y deberá ser llamado habitualmente con su primer nombre. El Rey de Suecia otorgó a la criatura el tÃtulo de Duque de à ngermanland, le dio tratamiento de Alteza Real y dignidad de PrÃncipe de Suecia.
El bebé estuvo tranquilo y fue creciendo apartado de los medios hasta que en julio se divulgó una sesión de fotos familiares en las que compartÃa protagonismo con sus padres y su hermana Leonor. Su gran momento llegó el 11 de octubre, fecha en la que se celebró su bautizo en la capilla del Palacio de Drottningholm.
Allà se reveló el nombre de sus padrinos, que fueron su tÃo materno, el PrÃncipe Carlos Felipe de Suecia, sus tÃos paternos Natascha Abensperg und Traun y Henry D'Abo, el primo de su madre, Gustaf Magnuson, un amigo de Chris O'Neill, Marco Wajselfisz, y una amiga de la Princesa Magdalena Katarina von Horn. Al igual que en el caso de su hermana, solo apadrinó a la criatura un miembro de la realeza sueca y ningún 'royal' extranjero, un privilegio del que sà gozó su prima Estela al ser hija de la pareja heredera.
Nicolás de Suecia se pasó un buen rato llorando en el que ha sido su gran dÃa hasta ahora. Después desapareció de la escena pública hasta que sus padres hablaron de él en una entrevista en la que confesaron que se lo habÃa hecho pasar muy mal porque habÃa estado enfermo casi todo el otoño. Afortunadamente, el niño crece fuerte y sano, como se comprobó en la tierna imagen que compartió la Princesa Magdalena en la que se veÃa el primer encuentro entre el PrÃncipe Nicolás y Papá Noël. La de 2015 es su última Navidad como el pequeño de los Bernardotte, pues en marzo y en abril de 2016 recibirá a dos nuevos primitos, el hijo de los PrÃncipes Victoria y Daniel y el de los Duques de Värmland, que prolongan un año más el baby boom de la Familia Real Sueca.
India Casiraghi, el bebé invisible
Finalmente Mónaco vuelve a aparecer gracias al baby boom vivido en los últimos años. Después de que en los 80 nacieran los hijos mayores de la Princesa Carolina, y que en los 90 fuera la Princesa EstefanÃa la que diera nuevos miembros a la saga Grimaldi, además de la llegada de la Princesa Alexandra de Hannover, hubo que esperar a que entrara de lleno la segunda década del siglo XX para que la Familia Real Monegasca volviera a llenarse de niños.
La última en llegar ha sido India Casiraghi, segunda hija de Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo, que dieron la bienvenida a la segunda de sus vástagos el 12 de abril de 2015 en Londres. Debido a que la tercera nieta de la Princesa de Hannover no tiene tÃtulo ni tratamiento real, no se informó oficialmente del alumbramiento ni hubo presentación de la criatura.
A su discreta posición dentro de los Grimaldi se une que el nacimiento cuatro meses antes de sus tÃos segundos los PrÃncipes Jacques y Gabriella ha complicado sobremanera que Andrea Casiraghi sea algún dÃa PrÃncipe de Mónaco, por lo que si cuando vino al mundo su hermano Sasha en 2013 hubo una gran discreción, con India ha sido todavÃa mayor. La niña no ha participado en acto oficial alguno, e incluso ha sido difÃcil ver a sus padres. En agosto tuvo lugar su bautizo con todos los honores en la Capilla de la Misericordia de Mónaco, aunque el acto fue discreto, como lo han sido los primeros meses del bebé más invisible de la realeza.