La Princesa Leonor ha comenzado una nueva andadura militar como formación para su futuro como Reina de España. La hija de los Reyes Felipe y Letizia ha puesto rumbo a Marín, en Pontevedra, para formarse en la Escuela Naval, donde debe entrenarse al máximo y dar lo mejor de sí misma. Leonor ingresaba sola a la academia y poco a poco ha ido adaptándose al día a día.
Aunque la formación es muy exigente, con horarios muy marcados y con mucho ejercicio físico, también hay momentos para el descanso y la desconexión y si ya se habló de una primera salida a comer con sus compañeros, ahora ha sido la primera noche de fiesta de la Princesa Leonor junto a sus compañeros de la Escuela Naval por distintos locales de Marín, donde estudian.
La Princesa Leonor durante una competición deportiva en la Escuela Naval de MarínSu primer fin de semana en Marín lo aprovechó para salir con sus compañeros y el sábado se enfundó en un top blanco y unos pantalones vaqueros y se dispuso a pasarlo en grande en la localidad. La salida de la Princesa Leonor duró hasta, nada más y nada menos, que las cinco de la mañana y comenzó en la tapería D'Elvi, según ha contado Nuria Marín, un lugar muy habitual entre los guardamarinas.
De bar en bar y paninis
Después de ese conocido local, pasaron a otros dos también habituales de la zona, como son La Farola y el Mask. Después de eso, la Princesa Leonor se desplazó hasta la capital, Pontevedra, y ahí acudió a un bar llamado La Botica y después a un pub llamado Moncloa. La Princesa se lo pasó en grande con todos sus compañeros y decidió poner el broche a la noche comprando en una tienda 24 horas algo para llenar el estómago.
La Princesa Leonor con sus compañeros en una prueba deportiva en la Escuela Naval de MarínLeonor entró en la tienda y compró unos paninis para tomar algo antes de volverse a la Escuela a dormir y ella se encargó de repartírselos a sus compañeros. La situación fue muy llamativa, pues evidentemente los escoltas entraron antes al local a comprobar que todo estuviera en orden y luego estuvieron junto al grupo esperando que se tomaran el panini. Además, también tuvieron que esquivar las miradas y las fotos que la gente les hacía al verles. Sin duda, una noche redonda para Leonor.
