A la recepción acudieron unas 300 personas, entre ellas supervivientes de violencia machista y sus familias. Hubo caras conocidas como la cantante Mel B, que trabaja con la organización benéfica Women's Aid, o la celebrity Zara McDermott. Desgraciadamente ambas saben lo que es haber sufrido violencia de género. No faltó Olena Zelenska, que quiso estar presente para alzar la voz sobre la violencia que sufren mujeres y niñas y para que no se olvide al pueblo ucraniano, que se defiende de la invasión rusa desde febrero de 2022.
Un día antes, la Reina Camilla había recibido en Clarence House a la Reina Rania de Jordania y a la Princesa Mary de Dinamarca para un encuentro privado antes de esta gran recepción. Si bien en el acto se vio perfectamente a la Reina Consorte, la Reina de Jordania preguntó a su homóloga británica cómo se encontraba debido a un resfriado que padecía y que parece que está remitiendo.
La anfitriona se dirigió a las personas presentes en un discurso en el que se refirió a la lacra de la violencia machista: "En un período de 16 días, en todo el mundo, más de 2.000 mujeres serán asesinadas por su pareja o un miembro de su propia familia. Solo en Inglaterra y Gales, durante ese mismo período, 3.000 mujeres habrán sido violadas. 1 de cada 3 mujeres en todo el mundo sufrirá violencia doméstica a lo largo de su vida. Detrás de cada una de estas estadísticas se encuentran historias individuales de sufrimiento humano y angustia. Nos unimos para enfrentar lo que con razón se ha llamado una pandemia de violencia contra las mujeres. Frente a tales desafíos, puede ser difícil saber qué pasos prácticos podemos tomar para incluso comenzar a marcar la diferencia", comenzó la Reina Consorte.
"A lo largo de los años, en mi cargo anterior, tuve el privilegio de conocer a supervivientes de violación y violencia de género y de compartir el dolor de las personas que habían perdido a familiares a causa de ella. Y una y otra vez escuché que dos de las formas más poderosas de ayudar eran recordar y escuchar. Recordamos a aquellas mujeres que han perdido la vida a manos de un extraño, o de la persona que más debería haberlas amado. Al hacerlo, nos negamos a dejarnos insensibilizar por hechos y cifras fríos y decidimos mantener vivos los nombres y los recuerdos de estas mujeres. Recordamos a Brenda Blainey, Mariam Kamara, Lucy Powell, Samantha Drummonds, Yasmin Begum, Sally Turner, Hina Bashir, Jillu Nash y su hija Louise de 12 años, por nombrar solo algunas de las personas que han sido asesinadas solo este año, y recordamos, porque no podemos olvidar, a todas las demás mujeres y niñas que murieron en circunstancias igualmente horribles", prosiguió Camilla.
"Estas mujeres, trágicamente, ya no pueden hablar por sí mismas, pero escuchamos a los que pueden. He aprendido de mis conversaciones con estas valientes supervivientes que lo que quieren, sobre todo, es ser escuchadas y creídas, para evitar que a otras les pase lo mismo. Saben que hay poder en sus historias y que, en la narración, pasan de ser víctimas de sus historias a ser dueñas de su propio futuro. He escuchado innumerables ejemplos de las formas en que las víctimas se han convertido en vencedoras, utilizando sus experiencias para ayudar a otras a escapar de esas situaciones. Una de esas personas, Vicky, dejó una relación violenta y su expareja fue enviada a prisión. Sabiendo lo que era vivir con miedo permanente, comenzó a trabajar para la policía, apoyando a víctimas y testigos de delitos. Hoy es Asesora Independiente de Violencia Doméstica y dice de sí misma: 'Hay vida después de la violencia. Soy prueba de ello'. Su historia evidencia de que hay vida después de haber sufrido violencia. También que podemos tener esperanza a medida que avanzamos hacia nuestro objetivo de poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. No perdamos esta preciosa oportunidad de alzar la voz y galvanizar la acción que pondrá fin a estos crímenes atroces para siempre. Con determinación y coraje, lo lograremos", finalizó.
Un desagradable incidente racista
Lamentablemente, no todo fueron palabras en este acto. Durante la recepción hubo un incidente cuando Lady Susan Hussey, dama de compañía y buena amiga de la Reina Isabel, se dirigió de forma racista a una de las asistentes al acto, Ngozi Fulani, fundadora de Sistah Space. La que fuera una de las damas más cercanas de Isabel II insistió en conocer su procedencia real y en señalar que no podía ser inglesa por mucho que Ngozi Fulani, de raza negra, señalara que era británica. En conocerse lo que ocurrió, la Casa Real Británica pidió disculpas a Fulani, lamentó el comportamiento inaceptable de Lady Susan Hussey y le despojó de su rol de dama de la Casa Real.