Los Reyes Carlos y Camilla cerraron los actos de su Coronación con un saludo en el que les acompañaron los miembros de la Casa Real Británica.
No hay acto importante de la Casa Real Británica que no acabe con un saludo desde el balcón de Buckingham Palace, residencia oficial del Monarca. Ocurre en las bodas, en Trooping the Colour, en los Jubileos, y por supuesto en las coronaciones. El balcón de Buckingham Palace no se abría desde el 5 de junio de 2022, cuando se produjo el final de los actos centrales del Jubileo de Platino de la Reina Isabel II. Junto a la Monarca estuvieron Carlos y Camilla, el Príncipe Guillermo y Kate Middleton y sus hijos, el Príncipe George, la Princesa Charlotte y el Príncipe Louis. Dos meses después moría la Reina Isabel II y comenzaba el reinado de Carlos III.
El Rey o Reina de Reino Unido es proclamado en una ceremonia de Adhesión, pero unos meses más tarde se produce la Coronación, una ceremonia que ya es única en el mundo y que lleva realizándose en la Abadía de Westminster desde la de Guillermo el Conquistador en 1066. Un milenio más tarde, Carlos III celebró una Coronación adaptada a los tiempos en cierta manera, pero con todo el simbolismo de una ceremonia medieval con el Reconocimiento, el Juramento, la Unción, la única parte que no se ve, la Investidura y la Entronización y el Homenaje.Finalizado el Servicio de Coronación, los Reyes Carlos y Camilla, él con la Corona Imperial del Estado y ella con la Corona de la Reina Mary, adaptada a Camilla, tomaron la Gold State Coach para regresar a Buckingham Palace, donde recibió el saludo de las Fuerzas Armadas. Antes de que el reloj marcara las 14:30 (hora de Reino Unido), el balcón de Buckingham Palace volvió a ser escenario de un momento histórico con el primer saludo de los Reyes Carlos y Camilla.
Con sus coronas y sus pesadas túnicas, el Rey y la Reina saludaron a una multitud que gritaba emocionada. Junto a ellos salieron sus respectivos pajes. Por un lado estaban el Príncipe George de Gales, Lord Oliver Cholmondeley, hijo del Marqués de Cholmondeley y Rose Hanbury, Nicholas Barclay y Ralph Tollemache. De parte de la Reina Camilla estaban sus nietos Gus y Louis Lopes y Freddy Parker-Bowles, así como su sobrino nieto Arthur Elliot. Se encontraban también las dos damas de Camilla, que han estado con ella durante todo el acto. Ellas son su hermana, Annabel Elliot, y su mejor amiga Fiona, Marquesa de Lansdowne. Una exhibición aérea más corta por la lluvia
Quizás abrumados y cansados, en un primer momento no se mostraron tan sonrientes como cabría esperar, si bien poco a poco, y ante el cariño de la población, se fueron relajando. Además, el foco se fue desviando porque no tardaron en salir los miembros de la Casa Real Británica, todos ellos. Si bien Carlos III abogaba por una reducción de la Monarquía, ese plan puede esperar. Así, Carlos y Camilla estuvieron acompañados en el balcón por los Príncipes de Gales, sus hijos Charlotte y Louis (el Príncipe George estaba colocado con los pajes), los Duques de Edimburgo con sus hijos, Lady Louise y James Mountbatten-Windsor, la Princesa Ana y Sir Timothy Laurence, los Duques de Gloucester, el Duque de Kent y la Princesa Alexandra. Los dos hermanos Kent, que a pesar de su avanzada edad siguen representando a la Corona, no participaron en la Procesión de la Coronación en carruaje, pero sí se les reservó un lugar en el saludo al ser royals que sirven a la Corona.
El cansancio hacía mella ya en todos, siendo más evidente en el más joven del balcón, y también el más espontáneo. El Príncipe Louis, que durante el Servicio de la Coronación se hizo con su cuota de protagonismo entre sus comentarios con Charlotte y sus bostezos, tenía cara de estar deseando que todo terminara, pero aguantó. Además, se emocionó más cuando vio el espectáculo aéreo.
La lluvia no dejó de caer en toda la mañana, desluciendo en cierta medida la Coronación. Cierto es que los británicos están acostumbrados a la lluvia y todo estaba controlado. Además, la ciudadanía no se desanimó y salió a las calles para celebrar la Coronación y ver todo lo cerca posible a la Familia Real Británica. Lamentablemente, la exhibición área tuvo que adaptarse a la climatología y solo salieron 16 helicópteros y los Red Arrows, el Grupo Acrobático de la RAF. Así, de 6 minutos de espectáculo se quedó en 2 y medio. Y aunque el cielo estaba gris, sí se pudo pintar el cielo con los colores de la bandera de Reino Unido.
Los miembros de la Casa Real Británica entraron ya en Buckingham Palace para disfrutar ya en privado de las celebraciones. Sin embargo, los Reyes volvieron a salir a saludar, ya solos, y esta vez mucho más sonrientes. Fue en ese momento cuando los pajes tuvieron que ayudarles a colocar las túnicas para tener libertad de movimientos. Minutos más tarde, los Reyes volvieron al interior de Buckingham Palace, poniendo el broche de oro a un día histórico.